El grupo disfrutó de los monumentos y de la buena gastronomía de Extremadura. | José Barber

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«Amanecimos en el aeropuerto cuando en nuestros respectivos pueblos todavía no habían instalado las calles y nos despertamos en el Hotel Don Manuel, de Cáceres, convencidos de que teníamos que olvidarnos des raons i els escamerlans para habituarnos al jamón ibérico o al de bellota».

Así relata la experiencia del viaje a Extremadura uno de los integrantes del grupo de menorquines, suscriptores de «Es Diari», que ha podido disfrutar de esta región en el viaje organizado por Viatges Magon. Un recorrido por la España del interior «con precisión y profesionalidad por parte de la agencia, bajo la atenta mirada de Gabriel Pons, su director, todo ensamblado para el «Club Es Diari» y sin olvidar el buen oficio de Meri Pascual y Marina Juanico».

Cáceres, convertida en ciudad sede del grupo, acogió a los isleños «con su mejor sonrisa, buen tiempo, amabilidad extrema y buen mantel, amplio y variado al gusto del paladar más exigente».

Fue un primer contacto con la realidad monumental y artística de Extremadura. Cáceres brindó su muralla, el barrio judío, su aljibe y su Concatedral de Santa María.

La primera salida les llevó al Valle del Jerte, donde después de visitar Cabezuela del Valle, Jerte y Jarandilla de la Vera se dirigieron al Monasterio de Yuste. El monasterio en el que el emperador Carlos V vivió sus últimos días. Una visita muy elogiada por el grupo la del monasterio, enclavado en un sereno paisaje.

«Punto y aparte merece el almuerzo que tuvo lugar en el Parador de Jarandilla en donde pudimos degustar las especialidades de la comarca, como la carrillera de cerdo ibérico», explican.

La jornada reina fue la del pasado jueves 16, cuando conocieron Mérida y su famoso teatro y anfiteatro romano. «Una visita que nos complació a todos, por su exquisitez y belleza. Todo el conjunto arqueológico de la capital de la Lusitania romana, fundada en el año 25 antes de Cristo, nos envolvió en un sentimiento de majestuosidad y de elogiosa incomprensión ante algo tan maravilloso creado en un tiempo remoto sin los medios de construcción modernos. Todo hecho con medios artesanales, mucha imaginación y gran destreza», comentan.

Aquel ambiente dio lugar a que los menorquines se arrancaran a cantar, en el mismo Teatro Romano, la popular canción «Balada d'en Lucas», de Ortega Monasterio, bajo la dirección de Teresa Gardés y las voces solistas de Francisco Morro y Ángeles Camps.

«Una visita y un día para enmarcar», señalaron los viajeros, que también pudieron conocer Plasencia. Enclavada con toda su peculiar belleza en la Ruta de la Plata, «nos acogió con sol y brindándonos todo su esplendor. Su barrio monumental, su catedral en fin, otro grato recuerdo con colofón en donde, tras almorzar, pudimos pasear por su barrio judío, declarado conjunto histórico-artístico por la Red de Juderías de España».

El sábado fue otro día muy especial ya que visitaron Trujillo. Ciudad medieval con una de las plazas más impresionantes de España, sin desmerecer la iglesia de Santa María y la fortaleza árabe. Después llegó el «almuerzo, de los que hacen afición, y la salida hacia Madrid para, desde su monstruoso aeropuerto, regresar a casa».

Tras el viaje, cada uno de los 52 miembros del «Club Es Diari» que disfrutaron de Extremadura, o parte de ella, especialmente Cáceres, ha regresado con buenos recuerdos; «particularmente apuntaría las cigüeñas, anidando en las múltiples torres de edificios e iglesias, o con vuelo majestuoso sobre Trujillo, y también la visita al Teatro Romano de Mérida», afirma el viajero que firma esta crónica. Una escapada que ha sido un éxito y que los suscriptores de «Es Diari» no olvidarán.