En su aventura profesional llegó a cerrar por falta de género | Sergi Garcia

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A diferencia de lo que sucede ahora con la mayoría de los jóvenes, Bartolomé Truyol dejó de ser niño a los 12 años cuando empezó a trabajar en el sector de los zapatos. Este viernes, 70 años después de su ingreso en el mundo laboral su familia y amigos le rindieron un merecido homenaje mediante una escultura con forma de abarca, erigida frente a la fábrica que tiene la empresa familiar Calzados Ria en el polígono de Ferreries.

Introducido en el sector zapatero de la mano de un tío suyo, Tolo, como es popularmente conocido en su Ferreries natal, aprendió y perfeccionó su destreza en este oficio hasta los 20 años, cuando en 1955 y junto a cuatro socios más, fundó la empresa zapatera Tatmor. «Le pusimos este nombre por la leyenda de la Cova d'en Xoroi», explica el veterano zapatero.

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