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Fiesta después de la fiesta: no hay tregua en Sant Lluís. Tras el intenso fin de semana, el municipio arrancó ayer la semana pasándolo también en grande, aunque e este caso por parte, principalmente, de los más pequeños. La Plaça des Pins se convirtió por la mañana en todo un festival. Bajo el título de Fira Flor de Lis, los más menudos del municipio disfrutaron de una de una entretenida jornada.

Un festival de juegos y talleres con materiales artesanos fueron la principal oferta lúdica, pero no la única. Y es que los animales se convirtieron en otro de los grandes atractivos de la mañana. Así, la qualcada de la fiesta dio paso a las rutas en poni por los rincones de la plaza para jóvenes jinetes. Actividades todas ellas de las que se encargó el equipo de Molí de Baix, un centro de dinamización cultural y de ocio juvenil que este año está celebrando de una forma especial sus primeras dos décadas de historia.

Traca final

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Ya a medianoche, el municipio fue el escenario de la traca final, el espectáculo pirotécnico que sirvió para poner el punto y final a la fiesta. Aunque quizás habría que decir punto y seguido, ya que desde hoy hasta el domingo podrán disfrutar del programa de sus fiestas menores, las de Sant Lluïset.

Música

La música fue otro de los protagonistas de la jornada con la celebración del denominado «Festival Dilluns de Festes» en el Pla de Sa Creu. Una cita que se encargó de animar el grupo Arrels de Menorca con sus tradicionales melodías. Recogió el testigo Cris Juanico, en formato banda, quien está promocionado su álbum doble recopilatorio «13». El colofón llegó de la mano de la Orquesta Huracán, que se encargó de animar la verbena popular.