Pau Sintes regaló un cuadro al pueblo de Alaior | Sergi Garcia

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Es casi obligado que cualquier pregón esté repleto de historias, de recuerdos, que sea el resultado de un ejercicio de nostalgia que se traduce en palabras. En el caso de Pau Sintes, quien este viernes cumplió con el honor en Alaior de ser el pregonero de su pueblo, la imagen, en forma de vídeo y fotografías, jugó también un papel importante. Y es que Sintes, además de artista, también es publicista, una ventaja a la hora de vender una historia al numeroso público que se congregó en la avenida Reverend Pare Huguet para disfrutar del inicio de las fiestas de Sant Llorenç.

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Una puesta en escena muy cinematográfica, que arrancó como una película de suspense en la que se representó la invitación de la alcaldesa Misericordia Sugrañes para que fuera el pregonero de este año. Así fue como el que fuera un joven «inquieto» confesó estar «nervioso» ante el reto que tenía enfrente: «Son nervios de ilusión y respeto por abrir nuestra gran fiesta».

Como alaiorenc de pura cepa que es, reconoció que los de ese pueblo «somos un poco diferentes; tenemos otra intensidad, una manera diferente de ver y hacer las cosas». Y bajo esa particular perspectiva, el pregonero se adentró en la tarea de echar la vista atrás y tirar de imágenes y recuerdos para contar, en un tomo muy cercano, una importante parte de su vida.

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