El obispo de Menorca, Francesc Conesa, en la homilía de este miércoles en El Toro | Josep Bagur Gomila

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El obispo de Menorca, Francesc Conesa, afirmó, en la homilía, que «necesitamos crecer como Iglesia de puertas abiertas, que se pone en salida para proponer a todos el Evangelio, invitándoles a vivir en el seguimiento de Jesús». Añadió el prelado que «esto es lo propone el plan de pastoral que estamos poniendo en marcha: salir a las calles y plazas para invitar a todos a participar en el banquete y gozar del amor de Dios».

Manifestó que «ceñir la corona en la imagen es un gesto de reconocimiento y gratitud. La Virgen de Monte Toro, que ha acompañado durante muchos siglos la vida de nuestro pueblo, sigue siendo para nosotros reina y madre de misericordia». Y subrayó que «al celebrar el aniversario de la coronación, nos unimos a nuestros antepasados, a nuestros padres y abuelos, que realizaron este hermoso gesto. Entonces se confeccionó la preciosa corona que lleva la imagen, realizada con las aportaciones de todos los menorquines; nosotros no vamos a ofrecer hoy oro y plata para confeccionar una corona ni le vamos a poner una corona de oro sobre su sién. No es necesario. Es mejor ofrecerle otras joyas, quizás más difíciles de encontrar, que son las que proceden del interior del hombre».

Tres perlas a la Mare de Déu

El obispo Conesa propuso estas tres perlas. En primer lugar, crecer en nuestro seguimiento de Jesús, lo que «supone estar dispuesto a dejar que el Evangelio nos cuestione y que nos ayude a renovar nuestra vida y la de nuestra Iglesia». La segunda perla para la corona de María es el amor a los más pobres. «Creo que la Iglesia es generosa y solidaria, como se expresa en tantas obras sociales y de servicio a los más necesitados, pero si de verdad queremos alegrar el corazón de la Madre, deberíamos tener :algún gesto especial de cercanía con los más débiles y vulnerables». Pidió «pensar en un gesto de generosidad con los más pobres y realizarlo en silencio, sin que nadie se entere, diciéndole desde el corazón a María: esa es la corona que te ofrezco».

El obispo Francesc Conesa señaló que «aquí arriba, en Monte Toro, María nos espera siempre. Desde aquí vela por el pueblo de Menorca, confiado a su protección y patrocinio. Aquí arriba, en la cima de El Toro, veneramos desde muy antiguo su imagen santa».