La prueba consistió en recorrer 2,5 km | Sergi García

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Gracias a eventos como el que se celebró ayer por las calles de Ferreries, el Canicross, además de otros que se programan el resto del año, se ha conseguido que durante los últimos cinco años no se haya que tenido que sacrificar ningún perro en Menorca. Todo un éxito, en palabras de Alba Lledó, una de las responsables de la Protectora d’Animals de Ciutadella, entidad que colabora en la organización de la carrera en la que participaron cerca de 200 personas y 80 perros.

Es una disciplina la del canicross que consiste en correr con un perro atado a la cintura con un arnés, una norma que en el caso de la prueba menorquina se aplica sin ser demasiado estrictos, ya que el objeto de la competición es recaudar fondos para la financiación de las actividades de la protectora. «Hay mucha gente que corre con su perro de forma individual, pero otros lo hacen en familia, mientras que algunos se suman a la causa sin mascota», explica Lledó, quien recuerda que lo importante es participar.

El público volvió a responder en la tercera edición, con una participación muy similar a la de los años anteriores y que sirvió para recaudar 1.250 euros a través de las cuotas de inscripción y la venta de camisetas. Más allá de la parte económica, la prueba deportiva se convirtió en una fiesta con muy buen ambiente y una gran participación del público más joven. No faltó tampoco el buen humor, con algunos atletas, que al igual que sus mascotas, tomaron parte en la prueba deportiva con llamativos y divertidos disfraces.

Ganadores

Los tres primeros clasificados se llevaron como premio un trofeo. El ganador absoluto, al igual que el año pasado, fue Cristian Valcárcel con su mascota «Fosc». En segundo lugar quedó Jordi Parpal, con «Drogo», y el podium lo completó David Pascual, el dueño de «Chispa». Tres ejemplares mestizos en una prueba en la que, no obstante, participaron animales de muchas razas diferentes.

Todos ellos, partiendo de la Plaça Espanya, recorrieron 2,5 kilómetros. Un trayecto que cada uno realizó a su ritmo, algunos incluso caminando, y que de media llevó a la mayoría de los participantes cerca de media hora.