La inauguración de la feria sirvió para cumplir con una de las demandas del sector desde hace años, la de poder contar en la Isla con la maquinaria necesaria para poder llevar a cabo las actividades de recorridos de caza y la práctica de compack sporting | Gemma Andreu

TW
6

Recién acabada la temporada de caza de perdiz, como es tradición, hay que esperar a la celebración de la Fira de sa Perdiu para hacer una valoración. «Ha sido buena, las sensaciones son positivas», resumía este sábado José Riudavets, presidente de la Societat de Perdigoters de Menorca, entidad que desde hace 32 años organiza la que está considerada como la decana de las ferias menorquinas. Campaña buena, pero no lo suficiente para lanzar las campanas al vuelo: «Podemos decir que nos hemos encontrado con una población aceptable, mejor que la del año pasado», puntualiza.

Se ve que las condiciones, con un septiembre bastante lluvioso, han sido favorables, pero aún así la preocupación sobrevuela en el sector tras observar en los últimos tiempos como la población estaba en declive. Hasta tal punto vieron peligrar su situación que los cazadores acudieron al Consell insular para que se realizara un estudio y un censo.

La feria sigue innovando e incorpora un taller culinario con la caza como principal ingrediente

A pesar de superar ya las tres décadas de trayectoria, la organización, tal y como explica su presidente, José Riudavets, sigue haciendo cada año esfuerzos para seguir innovando en su programación y continuar contando con el favor del público. La apuesta de este año ha sido un taller culinario, coordinado por Miquel Mariano en representación de Fra Roger, en el que la caza ha sido el principal ingrediente de los platos preparados. Además, los asistentes también pudieron disfrutar de las ya tradicionales muestras de gallina menorquina y cetrería, a la espera de que este domingo se celebre el acto principal de la feria, el concurso de perdices.