La entrega de premios, que cada año cambia de pueblo, este viernes se celebró en Ferreries | Javier Coll

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El anuncio del palmarés del XIX Concurs Millor Fogassa de Formatge Mahón-Menorca Artesà sirvió estre viernes para escenificar el buen momento que vive el queso menorquín. Una vez realizadas las catas y las valoraciones de la 60 piezas que han concurrido este año al certamen, la gerente del Consejo Regulador, Piedad López, reconocía que «resulta complicado mejorar el nivel» demostrado en ediciones anteriores. En ese sentido, señala que hay muy pocos quesos valorados por debajo de los 5 puntos y que la media entre todas las calificaciones rondaría el 8, es decir, un sobresaliente bajo.

Al frente de esa buena puntuación se han situado este año dos llocs. En la categoría de semicurado, el galardón ha ido a parar a Torre Trencadeta (Ciutadella), con Miguel Bosch Cursach como formatger y la maduración a cargo de la Cooperativa del Camp. En lo que se refiere a curados, este año se alzó con el primer premio la finca de Subaida (Es Mercadal) con el trabajo de Pilar Montañés Albertí al frente del producto y la maduración de Quesos Subaida.

Cabe recordar que se trata de una convocatoria anual que comenzó en 2001 por iniciativa del Consell insular con el objetivo de apoyar al sector y fomentar el reconocimiento del trabajo de los llocs que elaboran el producto con denominación de origen. La ceremonia de entrega de premios es itinerante y este año el sector ha recalado en Ferreries, incluyéndose el acto dentro de la amplia programación de eventos de los Divendres a la Fresca.

En lo que se refiere al buen momento que vive el queso menorquín, López se refirió a los datos de la memoria del pasado ella. Un documento en el que se informa de que las 48 queserías inscritas en el registro, de las cuales 42 son artesanas, produjeron 3,279.255 kilos de queso Mahón-Menorca, de los cuales se comercializaron 2,519.38 kilos, cantidad que supone un valor de 16,8 millones de euros.

La comercialización exterior, argumenta la gerente, es otro de los indicadores positivos con los que se cuenta. Y es que actualmente el queso menorquín está presente en 46 países y hasta el 12 por ciento de la producción de 2018 se destinó a mercados internacionales, con Estados Unidos a la cabeza.