Los aficionados al deporte de escalada ya pueden hacer uso de la instalación recientemente abierta | A.C.

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El primer proyecto nacido en Ciutadella como consecuencia de un proceso de presupuestos participativos ya es una realidad. El Ayuntamiento recepcionó hace unos días las instalaciones del rocódromo levantado en la zona de Sa Platja Gran, la propuesta lanzada en 2018 por Xavier Juaneda y que fue la que más votos consiguió por parte de los vecinos de Ciutadella para ser ejecutada con fondos del Plan Insular de Cooperación.

Juaneda no esconde la «satisfacción» de ver convertido en un hecho un proyecto que ha salido adelante con el objetivo de ofrecer en el municipio un espacio para los aficionados a la práctica de la escalada, que ya pueden hace uso de la instalación de forma gratuita y en horario libre. «Lo hemos probado y responde perfectamente a las expectativas creadas», reconocía ayer el escalador, quien destaca que se trata de un diseño «multinivel», es decir, preparado tanto para las personas que ya practican ese deporte como para las que se quieran iniciar en la disciplina.

Por otra parte, señala el promotor del rocódromo que éste «está muy bien integrado en el paisaje, sin impacto en el entorno». Destaca además que la modificación del proyecto inicial, que preveía poner gravilla en el suelo pero finalmente ha sido sustituida por una base de caucho, como la de los parques infantiles, ha hecho que la instalación gane en seguridad.

Ha sido precisamente esa intervención la que ha elevado en unos 4.000 euros el coste final de la estructura, que se ha situado en 44.000 euros, tal y como explica la concejala Laura Anglada. La edil recuerda que se trata de una instalación de libre acceso pero que hay unas normas de uso para su buena conservación. En ese sentido, Juaneda pone el acento en el hecho de que se trata de un bien que «ha costado dinero aportado por todo el mundo, y estaría bien que todos lo cuidáramos para que dure mucho tiempo».

En cuanto a la gestión, el Ayuntamiento está pendiente de la firma de un convenio con la Unión Excursionista de Menorca, que ayudará a mantener el espacio en buenas condiciones. La idea es que a partir de septiembre se organice una jornada para promocionar la práctica de la escalada. «El proyecto supone un ejemplo de participación ciudadana», concluye Anglada.