La construcción, que amenaza derrumbe, ha sido apuntalada | Gemma Andreu

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Tras el derrumbe del Pont de Binimoti en 2018, los Amics del Camí d’en Kane manifestaron ya su preocupación por el precario estado de conservación del Pont de sa Bova, también en el término de Ferreries y construido igualmente en 1715 por el maestro de obras Francesc Marquès.

Su inquietud ha servido para que esta segunda construcción, que ha tenido que ser apuntalada con una estructura de madera porque amenaza desprenderse, cuente ahora con un proyecto de reconstrucción con procedimientos tradicionales.

Eso será posible gracias a la firma de un convenio de colaboración entre el Consell insular, que se hará cargo del 90 por ciento de la financiación, y el Ayuntamiento de Ferreries, que aportará 10 por ciento restante. El proyecto tendrá un coste máximo de 73.000 euros y está previsto que las obras se ejecuten a lo largo de 2021.