El mercado está siendo durante todo el fin de semana un escaparate de la gran variedad de productos locales. Un formato de feria adaptado a la situación de nueva normalidad, con el cumplimiento de todas las normas sanitarias y también el control de aforo | Josep Bagur Gomila

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Las condiciones mejoran y la cosa se anima. Maó estrenó este viernes un fin de semana en el que producto de la tierra reivindica su valor en plena calle a través del Mercat Agroalimentari de Producte Local de Menorca. Un título que suena nuevo pero que en realidad es la celebración de una cita pendiente por culpa de la pandemia, el tradicional mercado de Sant Antoni. «Un encuentro temático que pretende poner en valor el producto de aquí y seguir dando espacio a los productores locales», defiende el concejal de Dinamización Económica de Maó, José Manuel García Pascual.

Y es que estamos hablando de un mercado enmarcado en la nueva normalidad. Es decir, una feria de las de antes pero con control del límite de aforo, vallado de espacios, gel a las entradas, mascarillas... Todo ello para garantizar la seguridad de un encuentro que además ha apostado por dividir los 21 puestos que participan entre las dos plazas elegidas, Constitució y Conquesta, después de que no fuera posible hacerlo en la ubicación con la que se trabajó hace unos meses como primera opción, Ses Moreres, ahora en obras.

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El Ayuntamiento de Maó organiza y Sa Cooperativa del Camp de Menorca colabora. Su presidente, Tolo Mercadal, sostiene que ahora más que nunca es importante «dar a conocer la capacidad de producción de Menorca, y la cita que estamos celebrando en Maó puede ayudar a dar un gran impulso».

Mercadal señala que como consecuencia de la pandemia se ha producido «un giro importante» en la concienciación de la población sobre la importancia de consumir productos de cercanía, pero reconoce también queda mucho trabajo por hacer. «Nuestra tarea ahora es dar continuidad al proceso, hay que seguir activos para resultar atractivos, ser competitivos y seguir creciendo».

En el mercado, que hoy abre de 10 a 20 horas y mañana de 10 a 14 horas, se puede encontrar una gran variedad de los productos: embutidos, quesos, caracoles, frutas, verduras... pero también artículos artesanales como abarcas, esparto y hasta libros de autor. En un año en el que como tantas otras actividades también han escaseado las ferias y mercados, el encuentro de este fin de semana en plena calle «es muy buena noticia y se agradece», comenta Carme Bosch, de la finca S’Ullastrar desde uno de los puestos. Ella también aprecia cómo cada vez los lugareños se decantan por el producto local. En su caso la crisis le ha servido para reinventarse con formatos que están funcionado muy bien, como el servicio a domicilio.