La del puerto de Maó fue este año la única procesión marinera de la Isla | Josep Bagur Gomila

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Tiempos complicados para celebraciones, pero aun así la gente del mar sí pudo  honrar este domingo a su patrona, la Virgen del Carmen, en el puerto de Maó. Una tradición recuperada este verano después de que en 2020 tuviera que ser suspendida por la pandemia, y que ha sido la única que se ha celebrado en la Isla, después de que las otras dos citas tradicionales, las que tienen lugar en los puertos de Fornells y Ciutadella, quedarán anuladas.

Se encargó de la organización de la conmemoración el Club Marítimo de  Mahón. Un día de fiesta que arrancó a las 19 horas con la celebración de una misa oficiada al aire libre por el obispo Francesc Conesa, en la Estación Naval. Ubicación en la que se restringió el aforo para ajustarse a la normativa sanitaria.

A continuación, en torno a las 20 horas, arrancó la procesión marítima, encabezada por dos barcas de salvamento, a las que siguieron embarcaciones profesionales, turísticas y recreativas.En las públicas, el aforo se redujo al 70 por ciento por motivos de seguridad.

La comitiva navegó en su camino de ida hasta el Llatzeret por la costa norte del puerto y regresó por el lado opuesto de la rada. Se realizó una parada en la Illa del Rei para entonar la    «Salve Marinera».

De forma paralela, en el Moll de Autoridad Portuaria, se celebraron dos conciertos con motivo de la fiesta. Primero a cargo de la Banda de Música de Maó y después con Joana Pons i ses guitarres.