Arturo Sintes ha diseñado un nuevo espacio expositivo en el que además de exhibir la evolución de la bicicleta se centra en narrar el desarrollo del ciclismo, tanto a nivel nacional como insular | Gemma Andreu

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Desde que a los 13 años cayeran en sus manos unos cómics que narraban la vida Fausto Coppi y Jacques Anquetil, el ciclismo ha sido la gran pasión del menorquín Arturo Sintes. Y lo sigue siendo, ahora que tiene 70 años acaba de iniciar una nueva etapa del proyecto Fundació Ciclismo Maó-Menorca que lleva su nombre. Una carrera que arrancó en el Recinte Firal des Mercadal en 2011 y que ahora que cumple diez años sigue ‘pedaleando’ con una nueva sede en Maó, en el número 4 de la calle Capifort.

«No es un museo, es una colección», aclara el propietario de la misma.Estamos hablando de unos fondos que no dejan de crecer año tras año con nuevas adquisiciones y que ahora han encontrado un lugar más acorde para su custodia con un mayor número de metros cuadrados a su disposición. Sin embargo, no los suficientes para acoger a todos sus joyas: de las 150 bicicletas que tiene, tan solo puede exponer actualmente un centenar.

El centro, que por el momento únicamente se puede visitar concertando una cita previa, está configurado en dos espacios principales. La planta baja está dedicada a la historia del ciclismo nacional y la evolución de las bicicletas, desde las de niños hasta las profesionales pasando por las de paseo. El piso superior está orientado íntegramente al ciclismo menorquín.

La bici más antigua data de 1870; hay biciclos, una bicicleta del ejército suizo de 1850, otra con motor fabricada a finales de la década los 40 del siglo pasado en Menorca por la firma Joyca y hasta un bicicleta de afilador a la que Sintes guarda un especial cariño, ya que fue un regalo de un campeón de la talla de Perico Delgado.

Estamos hablando de una muestra en la que, claro está, hay mucho más que bicicletas. Sus fondos atesoran una extensa colección de pósters firmados por estrellas del ciclismo y un buen número de maillots, documentos y elementos de lo más variado. Un paseo por el mundo de la bicicleta, desde sus modelos más rudimentarios, los de piñón fijo y ruedas macizas, en ruta hacia los más modernos, unos tiempos los actuales en los que hasta las marchas se cambian por bluetooth.

Visitar la muestra de la mano de su creador tiene un valor añadido más allá del disfrute de contemplar auténticas joyas. Sintes, ciclista amateur, campeón de Menorca en 1967 y que ha ostentado un buen número de cargos deportivos -durante años fue presidente    de la Federación Balear de Ciclismo-, es una enciclopedia andante sobre el mundo de la bici.

Un vehículo al que sigue subido todavía. Durante la pandemia se hartó de la ciclostática, «prefiero mil veces la lluvia y el viento», asegura, y en lo que va de 2021 ha rodado ya nada más y nada menos que 14.000 kilómetros. Además, en los dos últimos años ha coronado dos veces    el Tourmalet. «Sufro menos subiendo esa cima durante dos horas que los 20 minutos que me lleva ascender a El Toro», confiesa el veterano ciclista, quien celebra que el ciclismo profesional «se ha vuelto mucho más interesante en los dos últimos años: veníamos de época más pasiva y ahora se ataca mucho más».

Recién inaugurada la nueva sede del proyecto, Sintes ya tiene la mirada puesta en su próxima cita, la Volta Cicloturista Internacional a Menorca, de la que es director y que a finales de este mes celebrará su vigésima edición.