Anglada muestra su producto | Josep Bagur Gomila

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La firma menorquina Dolçamar se ha vuelto a alzar este año con el premio a la mejor miel multifloral de España. Y ya van cuatro temporadas consecutivas, desde 2018, con un reconocimiento que se está convirtiendo en habitual pero que no deja de sorprender a su responsable, el apicultor Antoni Anglada.

Con una calificación de 90 puntos (uno menos que en 2020), la miel de la Isla vuelve a reinar en el que es uno de los certámenes más prestigiosos del país, el que organiza cada año el portal especializado Mieladictos, avalado por contar en su jurado por catadores profesionales. Este 2021, en la que el anuncio se ha adelantado dos meses respecto a lo que venía siendo habitual, el segundo lugar del podium lo logró Meles JS (89 puntos) de Pontevedra y el tercero Atalaya Bio/Álvaro Garrido (88 puntos) de Murcia.

«Estoy muy contento», declaraba esta semana Anglada, quien por otra parte reconoce que no está la cosa para muchas celebraciones. La razón es que este 2021 ha sido, según recuerdan desde el sector, la peor producción en 30 años en cuanto a cantidad se refiere. En el caso de Dolçamar se ha cosechado aproximadamente la mitad de kilos de miel que el pasado año.

La razón parece fácil de explicar, el último invierno y la pasada primavera llovió muy poco, por lo que prácticamente no hubo floración. Es algo que se escapa de la mano humana, «es un tema de pluviometría», resume Anglada, quien recuerda que además en Menorca supone también una limitación el hecho de que no hay montaña ni grandes extensiones de una misma flor.

No hay cantidad, pero parece que sí calidad. Y ello está conduciendo a que Menorca vuelva a saborear las mieles del éxito, como ya hiciera en el siglo XVIII, cuando el producto se exportaba a Londres. Anglada sostiene que la miel de la Isla está recuperando el lugar que se merece: «Es un producto bueno, excelente; el problema es que tenemos una producción muy escasa y que siempre se ha vendido en la Isla».

Una tendencia que parece que está comenzando a cambiar. Y es que los premios están empezando a tener efecto y abren nuevas posibilidades de mercado. En el caso de Dolçamar, Anglada ya se está preparando para intentar distribuir su producto en 2022 en tiendas especializadas y gourmet de toda Europa.

Mientras tanto, las cuatro Islas, con la ayuda del Govern, trabajan    de forma conjunta en la recuperación de una especia autóctona como la abeja negra. Para ello se está haciendo una selección con las reinas más dotadas para mejorar su genética y seguir avanzando en la calidad de la miel.