Los voluntarios son estudiantes de carreras universitarias de ciencias o ciencias de la salud, profesionales graduados e investigadores. | Josep Bagur Gomila

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Acercar la investigación a la sociedad y generar vocación científica entre los más jóvenes, compartiendo el valor de la ciencia y de todos los que se dedican a ella. Esos son, en resumen, algunos de los objetivos que persigue el programa educativo «Ciencia para todos», una iniciativa que gira en torno a los talleres que realiza el grupo Voluntarios por la Ciencia de la Asociación Española contra el Cáncer.

Un programa que estos días ha estado de gira por Menorca y con bastante éxito, según relata de una de las voluntarias que ha participado, Montse Sepúlveda. La prueba de ello es que una vez que termina la actividad ésta siempre se prolonga más de lo previsto con el propósito de atender a «las numerosas preguntas de los estudiantes».

La promoción de la ciencia sirve también como excusa para fomentar los hábitos saludables como una efectiva forma de prevenir el cáncer. De hecho, una de las actividades que por ejemplo ayer se desarrolló en un aula del colegio Joan Benejam de Ciutadella llevaba por título «El superpoder antioxidante de las frutas». Una lección, con explicación científica de por medio, sobre el importante papel que juegan las vitaminas y cómo el consumo de fruta «nos ayuda un poco a eliminar las sustancias malas que tenemos en el cuerpo», relata Sepúlveda, voluntaria estudiante de Psicología y Ciencias de la Salud.

Sobre la visita a la Isla, que ha recalado en cinco centros educativos de Maó y otros tantos de Ciutadella, la coordinadora del proyecto de voluntariado, Giovanna Gutiérrez, destaca que les ha sorprendido gratamente «el gran compromiso de los profesores con la prevención de la salud. Los niños saben mucho y están muy interesados».

Del programa también forman parte otro tipo de actividades explicativas como las tituladas «La luminisciencia», «Pequeños investigadores - Nanopartículas» o «Investigador por un día», propuestas con las que los alumnos realizan sus primeros experimentos, crean y aprenden divirtiéndose.

Para cumplir con la meta de llegar a un 70% de supervivencia en cáncer en 2030, sostienen los promotores de esta iniciativa que hay que involucrar a toda la sociedad «generando cultura científica en toda la población, desde niños hasta adultos, y así conseguir un mejor conocimiento de lo que la ciencia puede y podrá hacer en la lucha contra el cáncer».