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El fervor y la devoción contenida desde hace tres años ha vuelto, por fin, a la Semana Santa menorquina. Lo ha hecho con las tradicionales procesiones, las últimas las de ayer, del Viernes Santo, en varias localidades de la Isla.

La Semana Santa vuelve por sus fueros tras los dos años de paréntesis obligado por la covid-19. Lejos quedan las procesiones y actos litúrgicos de 2019, que ahora, tres años después, han recobrado todo su esplendor, con los pasos de las distintas cofradías llenando las calles para que los fieles acudan y participen de su devoción.

En Ciutadella, la procesión del Santo Entierro estuvo precedida del oficio de la Pasión y Muerte del Señor. Tuvo lugar en la Catedral de Menorca y fue presidida por el obispo emérito Joan Piris, quien en su homilía recordó que «aquello que convierte en santo este viernes no es el sufrimiento de una muerte en la cruz, sino el amor, hasta el extremo, que ha llevado al hijo de Dios a morir de este modo». De ahí que «hoy veneramos, de manera especial, la cruz, el árbol de la vida plantado en el centro de la asamblea».

Siguió luego la Procesión del Santo Entierro por el casco antigio de Ciutadella, seguida por cientos de fieles, para recrear la Pasión de Cristo. Fue con un recorrido lento, que concluyó con el «Sermó de la Soledat» una vez llegados a la Plaça de la Catedral. Lo pronunció el diácono Guillem Ferrer, quien se refirió a lo «difícil que es entender tanto amor», el que demostró Jesús al entregarse para proteger al prójimo. Es ahí, con Cristo en la cruz, que «María nos invita a abrir los brazos y a entregar a Jesús nuestro dolor».

Maó

Al igual que en Ferreries, Es Migjorn Gran o Es Mercadal, en Maó se celebró igualmente la procesión del Viernes Santo. Con inicio y final en la Plaça de la Constitució, para el recorrido se contó con hermanos de todas las cofradías, organizadas para no provocar grandes aglomeraciones y modificando el recorrido para transcurrir por las calles más amplias.

Del mismo modo que en el municipio de poniente, en el de levante se celebró en el interior de la iglesia de Santa María el sermón y la representación del Santo Entierro.

Santo Silencio

La Cofradía de La Sang celebró, la noche del Jueves Santo, la procesión del Santo Silencio por las calles del centro de Maó. Fue a partir de las 22.30 horas, cuando la comitiva portadora del Cristo en la cruz, con María Magdalena a sus pies, salió de la parroquia de Sant Josep para cubrir el recorrido en escrupuloso silencio.

Participaron en la procesión cofrades de las otras hermandades de la ciudad, qua acompañaron a los anfitriones en el inicio del Triduo Pascual, que se completará el Domingo de Resurrección.