Karin y Eric, los actuales dueños del «Sv ‘t Zeepaard» en su visita de este verano al puerto de Maó.

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Discreto entre el enjambre de embarcaciones que se enzarzan en la Isla cada verano, un barco de vela holandés ha regresado este año al puerto de Maó casi cincuenta años después. El velero fue mandado construir por el comediante Henk Elsink en 1974 en el Norte de Holanda. El neerlandés lo hizo navegar hasta Mallorca, donde se retiró durante dos décadas, tiempo que aprovechó para navegar a innumerables destinos del Mediterráneo, parando así en el puerto de Maó.

Es uno de los trayectos que se sabe con certeza que navegó el barco al conservarse una fotografía de la escala en Menorca ocurrida en 1975. Este documento gráfico impulsó a los actuales propietarios del velero a volver a las aguas de Maó, 47 años después, para recuperar la historia original de la embarcación.

La imagen del velero en su paso por el puerto de Maó en 1975.

El yate se llama «Sv‘t Zeepaard» y los dueños que lo compraron en 2018 —una pareja de holandeses retirados llamados Karin y Eric— lo remodelaron por completo para emprender en 2021 una auténtica aventura. Ambos se despojaron de su casa y todas sus pertenencias, por lo que desde entonces pasan la vida navegando en alta mar. Por el momento, ya han surcado Francia, Portugal, Gibraltar y España, y ahora mismo se encuentran en Cerdeña, Italia.

Uno de los objetivos ya cumplidos que aguardaba con cariño la pareja era la vuelta del barco a Balears y así ensalzar ese lazo que une el «Sv‘t Zeepaard» con las aguas que en su día fascinaron a Henk Elsink.

Para situar más la figura de este actor, cabe destacar que en la temporada que se vino a vivir a España se dedicó a escribir novelas de suspense bien acogidas por la crítica. Su primera obra fue «Tenerife», donde hablaba de un atentado en la isla canaria. El artista estuvo siempre vinculado a su pasión de entretener mediante la palabra y el espectáculo. Hacía canciones y monólogos cómicos y en 1973 ganó el Arpa Dorada por su contribución a la cultura holandesa con su trabajo.

Volviendo al presente, los actuales dueños del barco, planean volver a las Balears dentro de tres años para así aumentar esa gran historia en alta mar.