Las lucecitas led en el contorno de la cala y el letrero luminoso. | A. C.

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Luces led a lo largo del perímetro rocoso de Alcalfar iluminaron la cala la noche del sábado. Es la primera vez que esa celebración con más de cien años de antigüedad no se ha realizado con antorchas de fuego natural, según comentan vecinos del lugar, a quienes les ha parecido una fiesta descafeinada respecto a la costumbre.       

Tampoco hubo hoguera en el Torm, nombre que identifica la gran roca horadada a la entrada de la cala. También era tradición que los chavales subieran sobre la roca y encendieran una hoguera al mismo tiempo que las antorchas iluminaban el contorno de la bella cala del término municipal de    Sant Lluís.

Hace años que la Conselleria balear de Medio Ambiente viene cuestionando esta práctica por razones de riesgo de incendio. En las últimas ediciones se había reducido el perímetro de encendido de antorchas, pero se había conseguido mantener la tradición.

Este año, con unas condiciones de calor más rigurosas, a pesar de la fuerte tormenta caída dos días antes, se ha prohibido el fuego real, «las led han sido unas lucecitas de recuerdo, pero el resultado deja mucho que desear», señalaba ayer un veterano residente que ha disfrutado de esta fiesta desde que era niño.