Manuel Sirgo este miércoles, durante su visita a Maó para participar en el festival | Gemma Andreu

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Argumentan los responsables de La Boca Erótica, que este año estrena sede en Menorca, que el festival «no se podía quedar sin una ‘expo’ animada, sexy y de altísimo nivel». Y para cumplir con ese objetivo han decidido contar con la colaboración de una de las figuras más destacadas en el mundo de la animación en España, Manuel Sirgo.

Estamos hablando de un director, productor, guionista, fundador del estudio 12 Pingüinos y además miembro de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España. Privilegio ese último que le corresponde por sus premios Goya, al mejor cortometraje animado en 2002 por «Pollo» y como responsable de animación de «Arrugas», la adaptación cinematográfica del cómic de Paco Roca «Arrugas», que se llevó otros dos Goya en 2012 (película de animación y guión adaptado).

Hace unos meses, durante su participación en el Festival de Cine de Almagro, Sirgo coincidió con Javier Muñiz. Este le habló del proyecto que estaba lanzando en Menorca y del que forma también parte un certamen de cortometrajes de temática sexual. El dibujante, según el mismo relata, plasmó sobre el papel un boceto «de una elefanta en la cama, echándose un cigarro junto a un escarabajo después del acto».

Se ve que al director de La Boca Erótica le hizo gracia y no dudó en proponerle que realizara una exposición siguiendo esa línea. Y ese es el origen de «Animal Sex», la muestra que este miércoles vino a presentar y que se puede visitar en el Café Bar El Mirador hasta el próximo domingo.

El creador se puso manos a la obra el pasado verano para plasmar las 40 láminas que forman parte de la muestra. Un trabajo que tiene el valor añadido de haber sido creado de la manera más artesanal, a mano, en un mundo en el que prácticamente todo está hecho con una pizarra electrónica. Sirgo ha recuperado su metodología más clásica, esa que en su caso se fundamenta «en un sistema de trabajo rápido, con bocetos en lápiz en rojo» que luego pasa a limpio en negro «añadiendo algunos toques de color, pero muy limitados». Todo ello resulta, explica, con «un acabado muy fresco».

Al margen de la temática de la exposición, no apta para todos los públicos, cuando Sirgo habla de su profesión en el mundo del cine reivindica que «la animación no es solo cosa de niños». Recuerda como en Estados Unidos a principios del siglo pasado ya se hacían películas animadas para adultos. Los tiempos han cambiado y, aunque aún queda mucho camino por recorrer, el creador defiende el buen nivel de algunas de las películas españolas, como por ejemplo «Buñuel y el laberinto de las tortugas», «Chico y Rita» o «Arrugas», de la que él mismo fue partícipe.