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Puede ser hoy una de las fechas más luctuosas en la historia del deporte insular. Salvo respuesta milagrosa del holding de empresas con el que negocia el Govern Balear desde hace diez días, el Menorca Bàsquet perderá su derecho a regresar a la primera Liga europea porque no habrá obtenido el soporte para hacerlo.

Será éste el primer paso hacia su lamentable disolución por cuanto resulta más improbable todavía hallar un patrocinador para la Adecco Oro si ha sido imposible dar con él bajo el reclamo mediático de la ACB.

Si el discurso del Ejecutivo ayer por la mañana, era moderadamente optimista: "Si no han contestado es que todavía siguen valorando la posibilidad de implicarse en un proyecto atractivo como el del Menorca", decía el director general, Javier Morente, por la tarde ni él ni ningún otro miembro del gabinete atendían las llamadas de los dirigentes del club, ya en situación de desespero.

"No sé si juegan con el tiempo para que no hagamos ruido o qué pretenden", explicaban desde Bintaufa. Pasadas las 11 de la noche, Morente informaba a este diario que una de las dos empresas interesadas acababa de dar una respuesta negativa.

"Falta una más que responderá hoy", dijo el director general, quien mostró su satisfacción por la continuidad del CV Ciutadella recordando que "la FEV había atendido nuestra petición de prórroga".

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Es, o puede ser, el principio del fin para el Menorca Bàsquet. "Hemos peinado muchos países en busca de un patrocinador", comentaba Morente. Ninguna gestión había fructificado anoche, sin embargo, ni las directas ni las indirectas.

Habrá que recordar que tras el ascenso a ACB, el conseller de Turisme i Esports, Carlos Delgado, se comprometió a buscar el sponsor y a tratar de conseguir un aumento en la partida ínfima de 121.000 euros para la próxima temporada, concedida al Menorca.

Delgado, incluso, emplazó al club a que fuera la futura administración para el turismo menorquín la que dictara qué cuantía podía destinarle cuando ni tan siquiera ésta se ha constituido, el Consell no posee la transferencia ni sabe qué partida tendrá para gestionarla.

Pasadas varias semanas, ninguno de esos compromisos se ha cumplido y el club está al borde de la disolución. Es el momento, entonces, de recordar que el Govern tiene una responsabilidad añadida con el Menorca, primer referente deportivo, y posiblemente, social, de la Isla porque fue su promotor y, como tal, debe valorar su peso en el marco insular y balear.

La SAD ha reiterado que no requiere partidas de ninguna otra conselleria que no sea la de Deportes o la de Turismo. Deportes maneja 19 millones de euros y a Menorca apenas llega un 2 por ciento. Si esta Isla ahora dispone de una oportunidad única para reubicarse en el mapa nacional e internacional gracias a una entidad deportiva, el Govern debe tener la obligación de darle el sustento que precisa redistribuyendo su presupuesto.

Si no hay empresas que valgan el Govern es el plan B. Debe serlo.