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El año 2014 ya es historia, lo despedíamos hace un par de días y aún nos queda el remate final de las fiestas navideñas, la venida de los Reyes Magos de Oriente, que son los portadores de los regalos que los niños les han pedido redactando una carta con toda la ilusión, entusiasmo y consensuada con sus progenitores y otros familiares con vocación u obligación oriental. Hay que empezar a inculcar la negociación, el pacto, el tot no pot ser, para la vida adulta. Menos mal que siguen empleando el lápiz y papel, o sea, lo que hemos hecho durante años y años, sin que se haya prostituido esta costumbre usando correos electrónicos, sms´s, whatsapp´s, etcétera. Estoy convencido de que a sus Majestades les encanta recibir los escritos de puño y letra de los niños, ya que no son muy proclives a manejar ordenadores de última generación, Iphone´s y tablets, por el elevado coste de compra y mantenimiento, ya que del lugar de donde vienen, hay más necesidad de alimentos y medicinas.

Estos días, a pesar del frío y del viento polar, la gente sale de sus cálidos hogares y convierte nuestras ciudades en ambiente de fiesta, visitando tiendas, bares, restaurantes, etc. En el caso de Mahón, visita obligada a la plaza de la Constitución, donde está instalado el tradicional Belén, el carrer Nou, la sala de exposiciones de La Caixa, donde los pesebristas instalan año tras año sus dioramas.

La puesta en marcha de las luces Navideñas es tema clave para que la gente salga de sus hogares, para los de Dalt la Sala tienen un coste monetario en material, mano de obra y consumo eléctrico, pero los comerciantes también se implican en la mejora de la iluminación navideña, ya que según fuentes bien informadas, los del centro – Mô comercial – hacen una aportación superior a los 6.000 euros, supongo que en el resto de barrios la colaboración de los comerciantes también es importante. En todo caso, la ornamentación está dirigida también a alegrar el ambiente comercial.

Hasta ahora nos hemos referido a una imagen puntual, ya que después de finalizar las fiestas, desaparecen estas bonitas luces.

El puerto de Mahón ha cambiado de imagen – ésta fija, no puntual - con la nueva carretera que une la de La Mola, con la del Cós Nou, que se ha ido gestando desde el pasado mes de abril, una rotonda en la carretera de la Mola y otra en la entrada de la Base Naval, -dos rotondas más-, todo ello para mejorar el tráfico portuario rodado.

Tenía una excursión pendiente que me encargó un lector, referente a las indicaciones que hay instaladas en el desvío a Cala Rata, ya que estaban camufladas entre hierbajos. Coche, mochila, máquina de retratar y cap a sa carretera de la Mola. El nuevo desvío, de momento, solamente va a la Estación Naval de Mahón y vatuadell cent llamps, al llegar al viejo desvío a Cala Rata, estampa al canto, las señalizaciones – en estado ruinoso - camufladas entre las hierbas. Recomiendo a la autoridad competente, limpie la zona y reponga las señalizaciones con unas nuevas, para que los visitantes se puedan orientar correctamente.

A los "Reyes Magos" les he pedido para el 2015 que los menorquines podamos visitar el – futuro - museo naval en la Isla Pinto, del puerto de Mahón, por supuesto con la ayuda del Consell y Govern Balear, para conseguir los fondos necesarios para financiar esta obra. Ah!, y que la Fundació Turisme i Cultura de les Illes Balears (Fundatur), nos tenga en cuenta con el reparto de los fondos de la venta del yate Fortuna, que en su día el Fomento de Turismo de Menorca aportó 750.000 euros para la compra del yate real. A presionar tocan para conseguirlo, ya que Fundatur es de Baleares, no solo de Mallorca.

Como decía un antiguo jefe mío: caña al mono hasta que hable vasco.