Tres malos humos en Mahón

Desde que el almirante italiano Andrea Doria, hizo famosa la frase: «Julio, Agosto y Mahón, los mejores puertos del Mediterráneo son», han pasado muchos años y nuestro puerto ha sufrido unos cambios muy sustanciales, como la perdida de lámina de agua en Sa Colàrsega, unos 10.000 metros cuadrados de hormigón, que a mí entender, que se trata de uno de los atentados más sangrantes que ha sufrido el puerto de referencia del almirante italiano, cambiar agua por cemento. Otro atentado fue el traslado de la descarga de combustible, de Cala Figuera que lo ubicaron en la Estación Naval de Mahón, enfrente de la ciudad, cuya previsión era reducir sustancialmente el número de buques petroleros; seguimos recibiendo una media de dos o tres mensualmente, unos abastecen a CLH y otros a la central de Endesa…lo ideal hubiera sido que la descarga de combustible la hubieran ubicado fuera del puerto mahonés, por motivos de seguridad, nos vendieron que sería provisional y ya llevamos más de seis años operando en la Base Naval.

Hoy toca hablar de unos humos localizados en el puerto, que tenemos que soportar los mahoneses, casi a diario, provocados por el barco de Acciona «Snav Adriático», que cubre la línea entre Mahón y Barcelona, además de la visión patética, en caso de viento de Tramontana los malos olores de sus chimeneas, se adentran en los hogares y comercios ubicados en la zona del acantilado portuario. El buque fue construido hace treinta años, el pasado año leíamos en «Es Diari»: «Pasajeros denuncian el mal estado del buque de la 'Tras' entre Maó y Barcelona…las quejas de los usuarios van en la línea de males olores en las zonas comunes… ». Vatuadell cent llamps, a los contribuyentes que tenemos un vehículo a motor, a los pocos años nos obligan a pasar la ITV, para poder circular por estos mundos; si los buques a partir de una cierta edad tuvieran que pasar la ITV, el «Snav Adriático» cuando le hicieran la prueba de emisión de gases CO2, al ponerle el controlador en el tubo de escape (chimenea), seguramente el cristal del medidor de gases reventaría.

Otra humareda perenne es de color amarillo y proviene de la chimenea de la central eléctrica de Endesa, no digamos cuando ponen en funcionamiento las turbinas el espectáculo es de película del Oeste cuando las tribus pieles rojas se comunicaban entre ellos…También su vecino, la planta de Milá, de vez en cuando queman material de reciclaje, cuya humareda y mal olor, según de donde sopla el viento, lo notamos en la ciudad.

Apreciado lector, el puerto necesita reducir estos humos contaminantes, para ello la factoría de producción eléctrica debería funcionar con gas natural en vez de fuel, la planta de Milà a incinerar a Mallorca, que están preparados para ello y el barco «Snav Adriático», sustituirlo por uno que no contamine tanto…a mí personalmente me molesta más visualmente estas humaredas, que los molinos eólicos.