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Tecleando el ordenador para empezar este escrito, de repente oigo una voz a mi espalda que me dice: «Mochilero, ¿no habíamos quedado que este mes de Agosto, estábamos de vacaciones y que no haríamos excursiones, para un descanso merecido? ». Vatuadell cent llamps, quin susto, se trataba de mi apreciada mochila, desde su zona de descanso. Le repetí lo que habíamos acordado, iniciativas propias no, pero si tenemos algún colaborador, que nos pasa información y fotos, sería atendido…Esta vez me refiero a M., un conocido y colaborador con los temas mochileros, asiduo caminante de nuestro puerto de Mô.

Hace un par de semanas, recibo por Whatsapp unas fotos suyas, de la Costa des Frares, denunciando unos vertidos de agua fecales procedentes del acantilado, los cuales mediante filtración provocan unos pestilentes charcos en la citada cuesta.

«Es Diari» el 13 de Noviembre del 2014, titulaba la noticia: «La decadencia de S´Hort des Frares. Tras una inversión de más de 700.000 euros a cargo del uno por ciento cultural del entonces Ministerio de Vivienda y unas intermitentes obras que se prolongaron durante ocho años, el 31 de marzo de 2009 las autoridades inauguraban el recuperado S'Hort des Frares, un «embellecido y emblemático» paseo vertical que daba otra alternativa de conexión con los muelles en un entorno privilegiado, el también remozado conjunto arquitectónico de la iglesia de Sant Francesc, y con unas fantásticas vistas al puerto de Maó».

Habitualmente en mis caminatas matutinas portuarias, el regreso a casa lo hago por la cuesta de Ses Piques, pero esta vez para comprobar lo que me comentaba M., la subida la efectué por S´Hort des Frares…como es habitual tenía conectada la Cope, con el programa de Carlos Herrera, el cual este día lo hacía en directo desde el polígono industrial 'Los Coníferos' en la empresa 'Olorcer', comentando que: «Es una empresa que detecta a toda industria potencial generadora de contaminación odorífera y ha sabido descomponer bien olores clásicos como el de huevos podridos, col y pescado en descomposición, mantequilla rancia o el sudor del tío que no se ha lavado desde la presidencia de Calvo Sotelo», vatuadell cent llamps, como estaba cerca de las charcas para tomar imágenes, a los olores, a que se refería el maestro Herrera, solamente podría añadir el olor a mierda. Por cierto, las hierbas de alrededor lucen un verde espectacular. Seguimos con la mitad de luces públicas, estropeadas, los ciudadanos que se tienen que desplazar en silla de ruedas, imposible subir o bajar la cuesta, ya que cuando se efectuaron las obras, hace años, no se tuvo en cuenta las barreras arquitectónicas.

Ya que estamos por el puerto, aprovechamos para denunciar el incivismo de la gente: restos de botellón, con roturas de vasos y botellas de vidrio, las papeleras las siguen usando para las bolsas de basuras, a pesar de tener los contenedores cerca, lloscas o sea, colillas por todo el muelle, perros sueltos, sin la correspondiente correa al cuello del animalito y el otro extremo, sujetado con la mano del dueño, excrementos sin retirar, etcétera; nota curiosa que hacía años no veía, un llosquero, o sea, un recogedor de colillas, que aprovechaba las que se habían consumido hasta la mitad…¿problemas de vicio o de billetaje? Estos temas no vienen a consecuencia de la masificación turística, si no, de los ciudadanos en general que son unos guarros.

Mi pregunta es: ¿Cuándo llegaremos a tener S´Hort des Frares en perfecto estado de revista? Apreciado lector, es preferible no contabilizar, los millones de las antiguas pesetas, que se habrán enterrado en esta obra pública.