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Desde hace tiempo quienes

andamos por el puerto de Mahón teníamos una deuda pendiente con el

puerto de Fornells. Siempre que hablamos del primero realzamos sus

virtudes-extensión y calado- que no concedemos al segundo,

especialmente por sus bajos fondos(1) y por la orientación de su

bocana claramente definida en dirección norte. Damos por hecho que

el castillo de San Antonio no equivale al de San Felipe, y que

Fornells nunca fue un objetivo estratégico aunque si también base

de hidroaviones. La Aeronáutica Naval de nuestro Pedro Maria Cardona

priorizó Mahón, incluso influyó en el dragado de la Isla de las

Ratas, pero Air France priorizó Fornells como escala de sus vuelos

entre el sur de Francia y África. Pero lo que tenemos en común

ambos puertos son las torres de defensa y las islas interiores. Y

hacia una de ellas –Sargantana y su Torre- nos dirigimos el sábado

29 de Junio en una de nuestras visitas culturales fuera de la Isla

del Rey.

Contamos con el buen apoyo de

Martí Sintes y su empresa de náutica "Día Complet" (2) ubicada

en el propio Fornells y que realiza todo tipo de viajes por aquellas

aguas. Con sucesivos traslados nuestros voluntarios pudieron

recorrer la isla entre su embarcadero y la torre orientada para

barrer o taponar la bocana del puerto. Quizá fallamos en no

coordinar la visita con los propietarios de aquellas construcciones,

uno de cuyos miembros- Tiá Garriga- es uno de los arquitectos que

trabaja con Miguel Sintes en el ilusionante proyecto Lángara (3).

La Torre, contemporánea de la construida al oeste del bello pueblo y

que tiene un perfil exterior aparentemente distinto a las demás

torres (4) data del último período ingles en la Isla (1798-1802),

muy posterior a la Torre Vigía española de 1610 construida en La

Mola de Fornells zona en la que durante el periodo 1936-1939 se

asentaría una batería con dos piezas Munáiz Ordóñez de 15 cms.

e incluso a la construcción del castillo de San Antonio

(1625-1671). Dispone aparte de la propia torre con asentamiento en su

terraza para una pieza de artillería, de un recinto amurallado

inmediato por el que se accede por puerta con arco a cuyo pie se

encuentran tres asentamientos para piezas de artillería que

enfilaban la entrada del puerto. En su inmediación una necesaria

cisterna –hay otra junto a un pabellón de oficiales- y un hornillo

para calentamiento de "balas rojas", la forma de conseguir que la

munición de hierro utilizada por la artillería de entonces, tuviese

efectos incendiarios en las arboladuras o en el maderamen de los

navíos enemigos.

Experiencia más que

interesante, solo ensombrecida por el estado ruinoso de la torre y

su entorno. No es la primera vez que topamos con patrimonio

abandonado. Y de esto algo entendemos. Sé lo que se nos dirá como

excusa : "depende de varias administraciones"; "es privado

sujeto a demarcación de costas"; "es de Puertos y el Consell y

Ayuntamiento no tienen atribuciones"; "depende del nuevo PTI" y

entre todos permitiremos que lo que queda se derrumbe (no creo que el

bello arco de entrada del recinto resista las próximas lluvias).

Necesitamos la capacidad de un gestor insular o municipal que sea

capaz de integrar administraciones, particulares e incluso

voluntarios, en la que cada uno aporte algo y salve el monumento. Lo

que vimos no reclama ningún Plan Especial ni un particular de

Ordenación Urbana; exige una intervención urgente, como la

necesitan Sa Torreta y otros testimonios de nuestra historia.

  1. Lo que no impidió que el 21

    de Septiembre de 1707 rindiesen a la guarnición el "Centurion"

    de 64 cañones y la "Dunkerke" de 54 de la escuadra del

    almirante Leake.

(2)Passeig Maritim 41.609 670

996.www.diacomplert.com

(3)En el está previsto se

ubique el Centro de Arte Hauser&Wirth.

(4) La compró en su momento,

sin el menor afán especulativo, el general Sintes Obrador para

salvarla de la destrucción. Hizo lo mismo con el molino de la

entrada de Es Castell. Ambos están hoy salvados.

Luis Alejandre Sintes

General (r)