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Soy Laia, voluntaria de la Isla del Rey desde que mi madre me llevaba en mochilita, hasta mis actuales 12 años. Vivo en Madrid, pero vengo habitualmente a Menorca a ver a mi familia. Desde la capital, cada domingo, contribuyo haciendo cerámica y pinturas con acuarela que traigo en verano para ayudar a recaudar dinero para la Fundación. Me despierto pronto, desayuno y me pongo a trabajar: como ellos, el resto de voluntarios, pero cruzando la cocina en vez del puerto.

Cojo mis pinturas, pinceles, barro, y empiezo a crear. Aunque no lo parezca, cada cosa que hago lleva su tiempo y se hace despacio. Por ejemplo, el barro debe ser amasado, luego hay que darle forma, después esmaltarlo y finalmente meterlo en un horno especial que llega a los 1.100 grados. Eso que antes era un grumo de barro se convierte en una pieza de cerámica y en un trocito que tú te llevarás de mí.

Intento hacer cosas de la isla, pero a veces dibujo o doy forma a lo que me sale. No siempre tengo imaginación, pero siempre sale algo, y sigo con la rutina.

Después de todo ese esfuerzo y dedicación me hace mucha ilusión cuando voy a la isla y vendo cosas que revierten en Ella, porque me hace sentir que vale la pena hacer lo que hago. También me da mucha felicidad llegar y ver las cosas nuevas que han hecho otros voluntarios y los progresos que conseguís, ¡como trabajáis!

Os conozco a todos, hasta con mascarilla, y aunque yo me esconda un poco bajo la mía, vuestras voces y silencios me son familiares.

Sople tramontana, haga mucho calor o llueva, vosotr@s estáis ahí, en el barquito hacia la pequeña isla de la isla. Me dicen que sólo habéis faltado dos domingos en 17 años, ¡qué barbaridad!

Tiempo, constancia, dedicación e imaginación … creo que eso es lo que los voluntarios podemos aportar y a la vista están los resultados. ¿La recompensa? Compartir las historias del invierno, las risas, la música, escucharos los éxitos, fracasos y nuevos sueños; volver y tener siempre una gran familia.

Cada uno poniendo un granito de arena hemos hecho una montaña. Espero que esto siga así años y años y que vayamos siempre a mejor.

Os veo el año que viene. Fins prest.

Laia Conde Alejandre

Voluntaria de la Isla del Rey