El libro, avalado por diversos reconocimientos como él de mejor libro del año sobre la naturaleza para el diario The Times, es una combinación inteligente y encantadora de encuentros con lugareños extravagantes (y compañeros adictos a la persecución de pájaros), una descripción del trabajo de campo para investigar las aves y una reflexión sobre la necesidad de la supervivencia de las especies en peligro.
El autor detalla las numerosas peripecias vividas para localizar a los escurridizos búhos, los problemas con los vehículos provocados por el deshielo o las tormentas, las noches de guardia y a temperaturas bajo cero para capturar algún huidizo ejemplar y colocarle un aparato de seguimiento. Pero lo más divertido son esos personajes secundarios con los que se tropiezan Slaght y sus compañeros de expedición. Gente de frontera, cazadores recolectores recelosos de la civilización, prófugos de la justicia, individuos que creen en las supersticiones más inverosímiles.
Más peligroso que los tigres, cuyas huellas detectan en varias ocasiones, puede serlo el consumo desaforado de alcohol pues en aquella región se considera que la hospitalidad obliga a acabarse todas las botellas que estén sobre la mesa. Ante ello, Slgaht se pone en guardia.
“Había aprendido ya -afirma el biólogo- que el silencio era la mejor política cuando te encontrabas con algún desconocido, y en especial con los borrachos, ya que la reacción más habitual al conocer a un extranjero era exigir una ingesta común de vodka que facilitara una extensa exploración de las diferencias culturales”.
En este viaje por bosques situados entre Rusia, China y Corea del Sur, el lector verá también como la gran industria maderera rusa es una de las grandes amenazas para la supervivencia de los búhos manchúes, unas criaturas de gran tamaño, que solo se pueden encontrar en esta región siberiana o en Japón.
Búhos de los hielos del Este. Una apasionante expedición
Jonathan C. Slaght
Traducción de Julio Hermoso
Editorial Siruela
372 páginas
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