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Pese a su título, Apocalipsis cognitivo, el libro del sociólogo francés Gérald Bronner no es excesivamente apocalíptico. El objetivo del autor es advertirnos de como los medios y las plataformas digitales compiten apara capturar el precioso tesoro de nuestra atención. Para ello hace un análisis ponderado de algunos de los efectos que conlleva el nuevo ecosistema comunicativo y sólo al final sostiene que la actual avalancha de información puede ser una amenaza para la civilización.

En el prólogo advierte que «cualquiera que tenga una cuenta en una red social puede contradecir directamente en cuestiones como las de las vacunas, por ejemplo, a un profesor de la Academia Nacional de Medicina. El primero puede incluso presumir de una audiencia más numerosa que el segundo». Son los efectos colaterales de la democratización de la opinión pública, antes controlada en exclusividad por los medios de comunicación y las administraciones públicas.

Muchas son las cuestiones interesantes que plantea Bronner en esta obra, que ha tenido un gran y merecido éxito en Francia. En mi opinión, entre lo mejor están algunos argumentos que parece decir solo como de pasada, pero que ponen en cuestión algunas antropologías ingenuas que tratan de explicar la naturaleza humana y que sirven de coartada a ideologías y populismos reduccionistas de izquierda y de derecha.

En cualquier caso, está claro que nuestras mentes sufren el hechizo de las pantallas y hay toda una industria dedicada a pensar como capturar nuestra atención y hacernos aún más adictos a su brillo. Si no lo he entendido mal, Bronner no propone una solución política a este problema al que llama «apocalipsis cognitivo» pues de tomarse «medidas liberticidas» para regular el mercado cognitivo, el remedio podría ser peor que la enfermedad. Se trata de ser conscientes de ello y actuar en consecuencia dándonos algún momento de respiro de nuestros móviles y ordenadores. ¿O no nos acordamos que hace treinta años la mayoría vivíamos tranquilamente sin esos aparatos?

El problema, quizás, esté en los más jóvenes que han nacido en este mundo ‘empantallado’. No es casualidad que, como recuerda el autor, Bill Gates, Steve Jobs o Chamath Palihapitiya, un exdirectivo de Facebook, hayan tenido la precaución de poner a sus hijos a distancia de las pantallas.

El libro trata muy bien el problema de las hoy llamadas «fake news.. Precisamente este es también el tema central de Verdad. Una breve historia de la charlatanería, de Tom Phillips, periodista y editor de una empresa de comprobación de datos y autor del libro «Humanos». Phillips nos recuerda que mentiras y bulos han convivido con nosotros toda la vida y los seres humanos nunca hemos dejado de mentirnos los unos a los otros a lo largo de los siglos.

Para ilustrarlo nos cuenta algunos hechos históricos y anécdotas en varias de las cuales Benjamin Franklin, uno de los padres de la patria norteamericana e inventor del pararrayos, tiene especial protagonismo.

Una de las tesis de Phillips, en la que también coincide Bronner, es que «a lo largo de los siglos, cuando nos hemos enfrentado a la elección entre la verdad y una buena historia, hemos tendido a decantarnos por una buena historia». Desgraciadamente hay muchas pruebas de que la mentira tiene mucho más atractivo y circula más deprisa. Ya nos gustaría a muchos poder negarlo, pero mentiríamos si lo hiciéramos...

Apocalipsis cognitivo. Como nos manipulan el cerebro en la era digital

Verdad. Una breve historia de la charlatanería

  • Tom Phillips
  • Traducción de Pablo Hermida Lazcano
  • Editorial Paidós
  • 267 páginas