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En las pasadas Navidades, mi esposa y un servidor nos regalamos un viaje que había programado nuestra agencia habitual Viatges Magon, organizado para suscriptores del Club.ESDIARI...Recordamos con satisfacción el que después de las Fiestas de Nuestra Señora de Grácia, participamos en el organizado, por la misma agencia, para el Grupo de Sanclimenters, en Salamanca y alrededores.

Siempre hemos pensado, que para viajar, hay dos reglas muy importantes, el lugar programado a visitar y escoger una agencia de viajes, como dicen en Ciutadella, de dalt de tot...Los viajes fluviales siempre nos han encantado, llevando el hotel a cuestas y travesías tranquilas sin mal mar...la sorpresa es cuando te convocan a las 6 de la madrugada en el Aeropuerto de Mahón, si vatuadell cent llamps, a les sis de sa matinada, que las calles están desiertas, excepto los empleados de la limpieza municipal y algún borracho, que seguramente ni se acuerda de donde vive, jjjj, van llegando compañeros de viaje, muchos conocidos y el resto ya nos conoceremos, a través del día a día...Como he mencionado una sorpresa, que con el trascurso del viaje la sorpresa se trasforma en alegría y satisfacción, cosa que viene aparejada con la convivencia diaria.

Dicho esto quiero resaltar que el gancho comercial era «Especial Carnavales de Cádiz».

Comienza nuestro viaje a bordo del barco La Belle de Cadix en Sevilla, a los pies del Guadalquivir, rio por el que vamos a navegar hasta salir al Atlántico para visitar Cádiz y disfrutar de sus carnavales.

Sevilla nos recibe con su jolgorio habitual y empezamos a degustar el ambiente tan acogedor del Sur. Visita a la ciudad y recorrido por los barrios y monumentos más emblemáticos. Tantas veces va uno a Sevilla que siempre la descubre de nuevo.

El embarque nos produce sensación de paz. Un barco acogedor con una tripulación decididamente volcada a satisfacer a los pasajeros. Si la acogida ya nos dio buena impresión la cena de la primera noche nos vaticinó unas comidas al más puro estilo francés con menús preparados por un chef nacido en Estrasburgo.

Navegación placida por el Guadalquivir con parada en la Isla Minina, recordada por todos por la conocida película del mismo nombre, donde disfrutamos de un espectáculo ecuestre con baile flamenco en una de las típicas Haciendas.

El levante que impera en la zona nos obligó a seguir hasta Cádiz no pudiendo entrar en el Puerto de Santa Maria que visitamos al día siguiente procurándonos la compañía un servicio de autocar y guía, solventando perfectamente el imprevisto. Visita a la bodega Osborne con degustación incluida y recorrido por el pueblo.

Visitamos también el bonito pueblo de Vejer de la Frontera y paramos en Conill de la Frontera.

Que decir de Cádiz ciudad y como no de sus carnavales. La ciudad bulle y el ambiente se transforma dejando la catedral y monumentos importantes a merced de los visitantes que acuden esos días para disfrutar del reconocido carnaval.

Coros, comparsas, cuartetos llenan las calles con sus voces que hacen que el atender a las letras de sus cantos sea obligatorio.

La Cabalgata del Carnaval es un desfile de creación, baile y fantasía que bien merece una espera que resulta corta para la cantidad de participantes que desfilan.

Unos días de relax y disfrute que se vieron amenizadas por un guía local de Cadiz, que con su gracia y salero nos tuvo -entre información e información- entretenidos con unos chistes que nos aportaron ese plus extra de risas.

Después de la cabalgata, rapidez para engalanarnos para compartir una copa de despedida, ofrecida por el Capitán y su tripulación...mientras cenábamos motores en marcha i cap a Sevilla.

Me gustaría resaltar la buena convivencia, que hemos tenido con todo el grupo...muchas gracias a todos y especialmente a Biel de Viatges Magon...fins sa próxima.

José Barber Allés

Mochilero

josebarberalles@gmail.com