Joan Rosselló, acróbata en la Sindicatura de Comptes

Este alumno aventajado    del exconseller de Economía y Hacienda Carles Manera -que lo fichó como director general-, y que también fue profesor de la UIB, hoy consejero del Banco de España, acumulará así una trayectoria ininterrumpida de doce años como síndic major. Todo un récord, porque, en un hábil y singular ejercicio de contorsionismo político, que combina la acrobacia con la prestidigitación, Rosselló habrá desempeñado la presidencia de la Sindicatura primero con el Govern Armengol y después con el Govern Prohens. O sea, con el PSOEy el PP.

En julio de 2015, a propuesta del PSOE, fue designado miembro de esta organismo, que se encarga de fiscalizar, externamente la actividad económica, financiera y contable del sector público de Balears. Todas las administraciones e instituciones públicas de las Islas, incluidas las empresas, fundaciones y sociedades mercantiles que integran el sector instrumental.

En octubre de 2018 y en octubre 2021, Rosselló renovó su mandato como presidente. Francina Armengol, en la tercera toma de posesión del profesor menorquín, elogió «la experiencia dilatada al servicio de la ciudadanía y el magnífico trabajo de Joan Rosselló como síndic major de Balears».

Marqués y podemita               

Este pasado octubre, Rosselló concluyó el tercero de sus mandatos, con un periplo que había empezado en 2015, lo que motivó su cese. Todo apuntaba a su relevo natural, pero el Consejo de la Sindicatura lo ha reelegido para tres años más.   

¿Y quiénes integran este órgano superior y ente rector que dirige la Sindicatura? Sólo tres miembros: Joan Rosselló Villalonga; Fernando Toll-Messía Gil, nombrado en 2015 a propuesta de Podemos y que en 2018 obtuvo la carta de sucesión como marqués de Casa Villa Real; y Maria Antònia García Sastre, también profesora de Economía de la UIB,    nombrada por el PP, que cesó en septiembre de 2021 como diputada autonómica para entrar en la Sindicatura. Es la    primera mujer que se incorpora a este organismo de control de Balears. Según la información difundida por el propio organismo, «en la sesión del Consejo, con dos votos a favor y una abstención, Rosselló ha sido reelegido para ejercer la representación de la Sindicatura de Cuentas ante cualquier instancia o institución, como ha hecho los últimos nueve años». Sigue como presidente.

Blanco y en botella: Joan Rosselló, a pesar de haber manifestado previamente su intención de concluir su larga etapa como síndic major, protagoniza otra pirueta y se vota a sí mismo. Con el segundo voto a favor del marqués de Podemos ya tiene la reelección garantizada. La abstención de María Antonia García transmite el desacuerdo y el descontento del PP, que debe resignarse a la continuidad del síndic major nombrado por el PSOE. El fair play aconsejaba el final de la etapa Rosselló Villalonga, pero en política todo cambia rápido.

 Las retribuciones               

Habrá que pedir explicaciones convincentes al inefable Rosselló, más allá de concluir los trabajos que dice tener iniciados. Todo se sabrá. Puede que haya influido en lo ocurrido la retribución que perciben quienes tienen la responsabilidad, el honor y la oportunidad, de formar parte de la Sindicatura de Comptes de Balears.

Tomen nota, porque así aparece escrito en el proyecto de Ley de Presupuestos de la Comunidad Autónoma para 2025. Los síndicos son los cargos mejor remunerados: 102.317 euros anuales, por encima de los 80.625 euros que perciben el interventor y el director del IB-Salut. La secretaria general de la Sindicatura, Maria Eulalia Mas Espinosa, con una retribución de 79.530 euros, cobra más que la presidenta del Govern (78.803 euros) y que los consellers del Ejecutivo autonómico (69.548 euros).

Fair play de Héctor           

Quien demuestra fair play político es Héctor Pons cuando, en el último pleno de Maó, lamentó la dimisión de Mateu Aínsa como concejal porque ha implicado su cese como portavoz del grupo municipal del PP.

El alcalde de Maó, que reconduce la crisis del agua al concretar las medidas para dar respuestas a preguntas que carecen de contestación, fue sincero, porque Aínsa tiene experiencia de gestión en el gobierno y la oposición. Ello permite alcanzar acuerdos, más allá de las discrepancias. En la oposición también se ganan votos cuando se ejerce con lealtad y eficacia.

Al mismo tiempo, ultima Héctor Pons la remodelación del gobierno municipal, al que se incorporará Pilar Carrasco para cubrir la vacante que motivó la renuncia de Dolores Antonio.