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En la actualidad las lesiones de diferentes tipos, graves y menos graves, son frecuentes en la práctica deportiva.

Es de gran utilidad prevenirlas.

Por otra parte, y en contrapartida, el deporte practicado con regularidad puede ayudar a prevenir lesiones debido al fortalecimiento que genera en el aparato locomotor.

Estudios realizados sobre los efectos de la práctica deportiva regular y de intensidad moderada, demuestran que tiene beneficios en adultos y en niños facilitando su crecimiento saludable.

Al realizar entrenamientos inadecuados, es frecuente en los niños la aparición contusiones y esguinces especialmente en los miembros inferiores. Los niños presentan una desventaja respecto a los adultos que les hace ser mas propensos a las lesiones, es el cartílago de crecimiento. Las sobrecargas debidas a entrenamientos inadecuados, ya sea por mala técnica o por una intensidad excesiva, pueden ser el origen de las mencionadas lesiones.

Los padres y entrenadores concienciados de esta realidad, pondrán las medidas adecuadas para evitar lesiones.

Existen una serie de factores que pueden facilitar las lesiones en el deportista. Los principales son:

  • Malos hábitos en la práctica deportiva.
  • Mal uso del material.
  • No encontrarse en buena forma física para el nivel de entrenamiento.
  • La falta de ejercicios previos de calentamiento.
  • La falta de ejercicios posteriores, de estiramientos.
  • Comenzar a hacer ejercicio habiendo dormido poco.

Las lesiones más frecuentes son:

  • Esguinces o torceduras de ligamentos.
  • Desgarros de músculos o tendones.
  • Lesiones de tobillo o empeine.
  • Fracturas.
  • Distensión del ligamento interno de una rodilla en la práctica del esquí.
  • Dislocaciones.
  • Lesiones en el tendón de Aquiles por sobrecarga.

Si acontece una lesión durante el entrenamiento o la práctica de un deporte lo principal es parar inmediatamente el ejercicio. Es un error continuar moviéndonos. Acudir al médico lo antes posible para ser diagnosticados y tratados.

Si notamos la articulación inestable, inflamada o dolorida, debemos acudir al médico. También en casos de dolor intenso o del despertar de una antigua lesión.

El calentamiento previo al ejercicio:

  • Aumenta la oxigenación muscular.
  • Calienta la zona al aumentar el flujo sanguíneo.
  • Relaja, libera la tensión.

Los estiramientos al comienzo y final del ejercicio son un alivio para la musculatura. Sin rebotes y aguantando la posición el tiempo preciso.

Los masajes impartidos por un fisioterapeuta después del ejercicio, son de gran ayuda para prevenir lesiones y sanar las existentes.