Menorca Isla de Piedras y Viento

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El pasado año Menorca Talayótica fue declarada Patrimonio Mundial de la UNESCO. Dicha inscripción pone también de manifiesto la buena conservación del patrimonio prehistórico de la isla y la capacidad de la Administración competente de garantizar su integridad en el futuro. En este sentido, cabe destacar que el Consell Insular de Menorca, como institución con competencias sobre el patrimonio histórico insular, ha jugado un papel protagonista, contando siempre con el apoyo y el asesoramiento del Govern de les Illes Balears y del Ministerio de Cultura y Deporte de España.

Recuerdo con cariño la novela de Piedras y Viento del escritor mahonés Mario Verdaguer, publicada el año 1927.

El pasado sábado varios voluntarios de la Isla del Rey, fuimos a visitar Lithica, después de haber contactado con responsables de este famoso e interesante lugar. El grupo de unas treinta personas, con un autobús de Berlinas Menorca, conducido por Xisco Escandell. A la llegada fuimos recibidos por Anna Bagur y Luisa Seguí, unas excelentes guías.

Foto de grupo y divididos en dos grupos según la lengua; empezamos la visita a las Canteras de s'Hostal en Ciutadella.

Lo primero que se nos ha explicado, a grandes rasgos, es el proceso de formación geológica de Menorca. Debemos tener en cuenta que Menorca está dividida geográficamente en dos regiones geológicas (tramontana y mediodía). La región de tramontana es la más antigua y está constituida por diferentes materiales: conglomerados, areniscas, arcillas y calizas del Paleozoico y dolomías, margas y calizas del Mesozoico. Mientras que la región de mediodía, donde hoy nos encontramos, se basa en el marés del Mioceno. Estas rocas tienen su origen en el fondo del mar; en una época en la que la mitad sur de Menorca estaba bajo agua y habitada por varios animales marinos. Poco a poco, estos fueron muriendo y depositándose en el fondo del mar, creando así una capa de sedimentos calcáreos. Por eso, es normal encontrarse con una gran cantidad de fósiles entre el marés. Al ser una roca caliza, el marés facilita la filtración del agua de lluvia, lo que se traduce en la existencia de ríos y lagos subterráneos a los que llamamos acuíferos.

Antes de adentrarnos en las canteras, nos han presentado la importancia patrimonial que tiene la piedra para nuestra isla. No sólo limitándose a las canteras, sino también a todas aquellas construcciones hechas de este material.

En noviembre de 2018, la Unesco inscribió en la Lista representativa del patrimonio cultural inmaterial de la humanidad la técnica constructiva de la piedra en seco. En las Pedreres de s'Hostal tienen ejemplos y hacen talleres para divulgar este patrimonio tan arraigado en toda Menorca. Hemos podido ver la diferencia de paret seca que se encuentra en toda Menorca, dependiendo de la región geológica y las técnicas utilizadas según convenga el paredador.

Una vez introducidos en el mundo de la piedra en Menorca y sus utilidades, se nos ha explicado la evolución de las canteras y los rompedores. Hemos podido ver cómo la introducción de la maquinaria, como en cualquier otro sector, fue una revolución y cambió completamente la forma en que se entiende el oficio en cuestión.

Hoy en día, sólo encontramos tres canteras de piedra arenisca en activo en la isla: la cantera San Esteban, de Antonio Pons Caules, la cantera Son Salord, de Cristóbal Torres Pons, ambas en el término municipal de Ciutadella; y la cantera S'Algar, de Fèlix Olives Tudurí, en Sant Lluís. La cantera San Esteban se clausurará en un par de años y la cantera S'Algar está en vías de clausurarla. El motivo de esta recesión en la industria minera de canteras se debe a la implementación del bloque de cemento como base para la construcción.

Podemos encontrar canteras primitivas por toda la parte de mediodía de Menorca. Éstas son pequeñas y de poca profundidad; cortadas por hombres que en épocas de poco trabajo se dedicaban a extraer arenisca para construir. Poco a poco, y con la necesidad de materia prima para poder seguir realizando construcciones, se fue normalizando el oficio dicho de cortador. Estos, ya no son hombres que trabajan el marés temporalmente, sino que viven en la piedra y en la piedra. Son familias que se instalan en las canteras y que se dedican exclusivamente a extraer arenisca para vender. Es curioso cómo todos en la familia tenían una función, y por tanto todos; hijos, padre y madre, se dedicaban a romper. Progresivamente agrandando estas canteras, hasta dejar una especie de esculturas al aire libre.

Hoy en día, las canteras antiguas parecen constituir una especie de arte plástica; pero realmente, lo que vemos como una posible escultura fruto del trabajo práctico de un rompedor. Las jornadas de estos obreros, era de sol a sol, todos los días y podían extraer aproximadamente unos 12 cantones de piedra arenisca por día. La herramienta que utilizaban era la escoda, con la que se hacían las regatas para después extraer los bloques. Cabe destacar que éste era un trabajo de mucho esfuerzo y precisión, ya que de este último dependía la extracción exitosa del máximo número de cantones en buen estado.

Una vez vino la mecánica; esta dinámica y estilo de vida del rompedor y su familia, fue desapareciendo y sustituyendo por un concepto de empresa tal y como hoy en día conocemos.

En las canteras de s'Hostal hemos podido ver esta evolución y entender cómo la piedra, de algún modo es parte de nuestra existencia. Con este hilo, la guía nos ha hecho pensar un poco y nos ha explicado también su filosofía: la piedra, como elemento vivo de nuestra tradición.

Resumiendo, Lithica no es solo un espacio de patrimonio material y visual, si uno para atención, puede llegar a entender un poco más la Isla de Menorca y la identidad propia de los menorquines. Un servidor tiene su vivienda habitual, en el edificio Marés, que se abasteció de piedras de marés de la cantera de Son Salord, vecina de Lithica.

En su día, para proteger el acantilado del puerto de Mahón, lo hacían con paret seca, solución definitiva, usando lo que Menorca tiene sobrante, por lo cual no puedo entender que actualmente usan mallas metálicas. Señores del Consorcio del Acantilado del Puerto de Mahón, vatuadell cent llamps, recapaciten pero actúen de una puñetera vez. Carajo.

Si vivim s´acantilat protegit veurem.

José Barber Allés

Mochilero

josebarberalles@gmail.com