TW

Cómo no escribir en respuesta al escrito del abogado Adolfo Alonso, sería imposible quedarse callada. Primero, cómo se le da pábulo a semejante personaje y algunas nos preguntamos de dónde ha salido.

Tal y como está el tema de desprotección hacia nosotras, de órdenes de alejamiento no respetadas, de tener que escondernos nosotras en pisos de protección cuando somos maltratadas en vez de aislarlos a ellos, de que aún así nos encuentren y entonces, por andar sueltos y libres, nos maten a puñaladas, que no contentos con eso, buscando hacer más daño a nuestras vidas, ahora también maten a nuestros hijos en arrebatos de ira y venganza por no tolerar que decidamos por fin dejarlos y rehacer nuestras vidas, con lo que cuesta eso para algunas emocionalmente. No contento con eso, se atreve a decir que por qué criminalizamos a los maltratadores y que, atención, él también representa a veces a mujeres y que lo aprecian.

No salgo de mi asombro, porque supongo que debe asimismo apreciar a mujeres pero que no sean muy decididas a tomar sus propias decisiones guiándose por su instinto y su amor de madre. Yo no soy machista ni prohombres pero... con eso me quedo. Como cuando escucho decir «yo no soy racista, pero...»

¿Se da cuenta este señor de a qué extremo hemos llegado de terrorismo machista las mujeres?

¿Hay que civilizarlos y no criminalizarlos?

Me explotan los sentidos cada vez que leo o escucho que un maltratador que ha martirizado a una madre no implica que eso afecte a su función como padre o que afecte a los menores.

Sinceramente: ¿de qué cuadra sale este hombre?

Maltratar a la madre y crear un ambiente de violencia en casa afecta de una forma terrible a los menores, haciéndoles vivir mucha angustia, ya que evidentemenete aman a su madre, y puede provocar una repetición de comportamiento en ellos, ya sea siendo maltratadores futuros o mujeres sumisas con ese patrón de pareja.

Eso es lo que hay que cortar de raíz. Eso es lo que puede afectar a los hijos. Esa es la angustia que viven y el miedo cuando un padre debe proteger a sus hijos y a todo su entorno, y respetar siempre a la mujer que le ha dado semenjante regalo en la vida, se lleven como se lleven. Tal vez la madre en algunos casos no sea muy apropiada pero es evidente que ante maltrato tenemos, por lo general, las de perder.

Basta ya. Basta ya de victimizar a hombres que pueden acabar asesinando o hundiendo la vida de hijos y mujeres.

Yo, fíjese usted, cada vez que oigo un caso de estos siempre pienso, ¿pero, por qué no coge a sus hijos y huye?

Cómo va a entregar sus hijos a esa bestia maltratadora? (Sí, criminalizo, porque ya está bien de siglos callando y comprendiendo). Lo pienso hasta cuando tras semejante trauma y sufrimiento las obligan a entregar a sus pequeños los fines de semana o hacerlos pasar por horribles visitas supervisadas con hombres violentos que no han sabido ni apreciar que son las madres de sus hijos.

Basta ya.

Las víctimas no son ellos.

Y yo admiro y apoyo a esta mujer que se ha dejado llevar por su instinto y su amor y protección hacia sus hijos. La admiro porque es lo que deberían decidir muchas.

Pero supongo que hombres como este señor no imaginan ni jamás podrán comprender el amor tan fuerte que una madre siente por sus hijos. Porque no comprenden ese instinto.

Y así vamos. Las leyes las suelen hacer hombres. Y sí, yo soy feminista y promujeres, aunque ojalá algún día se elimine por fin el concepto de género y seamos más personas. Sobre todo por la parte de quienes manejan la fuerza y el control. Esos hombres no machistas pero que...