TW

El hombre más influyente de la Iglesia católica española de los últimos veinte años, el cardenal Antonio Maria Rouco Varela, ha sido relevado al frente del arzobispado de Madrid, después de haber superado con creces la edad de la jubilación, por un obispo de perfil moderado, Carlos Osoro, hasta ahora obispo de Valencia y por tanto metropolitano de Menorca.

En línea con la nueva línea que impulsa el Papa Francisco desde el Vaticano, Osoro representa el talante de la moderación y una pastoral de diálogo con voluntad pacificadora. «En España quiero obispos más alejados de la discusión política». Esta frase, atribuida al pontífice argentino, explica este nombramiento. Al mismo, la Santa Sede aplaza el relevo de Lluís Martínez Sistach en Barcelona.

Sobre el futuro arzobispo de la Ciudad Condal, apunta Enric Juliana en La Vanguardia que «uno de los nombre más repetidos en estos últimos meses como posible sucesor de Sistach es el de Jaume Pujol, actual arzobispo metropolitano de Barcelona, pero no cabe excluir el nombramiento sorpresa de un clérigo de habla catalana, no necesariamente nacido en Cataluña», que apunta al obispo menorquín Sebastià Taltavull.