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Los resultados de las elecciones del 24 de mayo expresan una voluntad de cambio en la orientación y la gestión política en los ayuntamientos, los consells y el Govern. Los partidos de izquierda, aunque con importantes matices ideológicos -en Menorca no fue posible una candidatura unitaria al Consell formada por MÉS, Podemos y EM-EU- han obtenido unas amplias mayorías en las instituciones.

En el nuevo escenario que abre el 24-M, PSOE, MÉS y Podemos están llamados al entendimiento para materializar el mensaje del electorado; una tarea que la sociedad reclama sea llevada a cabo con sensatez y generosidad. Es el momento de aprender de los errores del pasado y ofrecer alternativas de gobierno realistas. La mayoría de los ciudadanos piden recuperar la cultura del pacto y el consenso, con el rechazo de dogmatismos e intransigencias. Los poderes públicos deben situarse junto a los más débiles y desfavorecidos. Los objetivos, ahora, no consisten en destruir o arriesgar todo lo conseguido con esfuerzo durante décadas, amenazar el desarrollo y la recuperación económica, o lastrar las aún debilitadas arcas públicas. No es tiempo de ocurrencias, sino de sentido común.