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La centralización de la compra de bienes y suministros del Govern balear en Mallorca ha provocado la protesta de la Asociación de Comerciantes de Menorca (ASCOME), que ha transmitido su malestar a la presidenta Francina Armengol por esta decisión. La puesta en marcha de centrales de compra, en detrimento de los establecimientos menorquines, está beneficiando claramente a las empresas mallorquinas.

Hasta ahora, el Govern de la Comunidad Autónoma efectuaba en empresas de Menorca la compra de los materiales que necesitaba para los centros y servicios autonómicos ubicados en la Isla. Este criterio ha sido modificado con la entrada en funcionamiento de las centrales ubicadas en Mallorca.

Tal como ha solicitado ASCOME, debe evitarse el agravio comparativo y la discriminación que representa para la economía menorquina. El Govern debe tener en cuenta y respetar la singularidad territorial de la insularidad. La queja de la Asociación de Comerciatnes de Menorca es razonada y debe obtener una respuesta satisfactoria por parte de un gobierno que ha de demostrar su sensibilidad a la realidad específica de las islas menores.