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La decisión de los armadores de la clase 'wally' de aplazar la tercera edición de la regata «Menorca Maxi», prevista para el 2016, se añade al anuncio efectuado por los organizadores de Trofeo Panerai de Vela Clásica de celebrarlo los años impares. El empresario y regatista Alberto Palatchi, promotor de la «Menorca Maxi», reclama que «Menorca debe mantener el acuerdo social y político para recuperar este evento náutico-deportivo y turístico, y conseguir, entre todos, que vuelva a celebrarse en la Isla».
Es cierto que son los armadores quienes han acordado no venir a regatear a Menorca el próximo año. Por tanto, hay que preguntar y averiguar cuáles son los motivos de esta inesperada decisión.

Las manifestaciones de Palatchi, en las que apela «al máximo consenso y el convencimiento, tanto de la sociedad como de las instituciones menorquinas» para que, a partir del 2017, la Menorca Maxi vuelva a celebrarse en nuestras aguas constituyen un toque de atención para ser valoradas con rigor.

Menorca –y en primer lugar el Consell, que logró traer esta regata al puerto de Maó- deben tener un actitud proactiva, interés y una decidida voluntad para atraer eventos deportivos de esta naturaleza, tanto por el positivo impacto sobre la economía local como por la aportación de un turismo de calidad.