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El intento de crear una coalición electoral de izquierdas al Senado terminó ayer con un rotundo fracaso y con un evidente desgaste de las relaciones entre los diferentes partidos.

La causa principal es la imposición de las decisiones y estrategias de los partidos en el ámbito nacional y la falta de respeto por la autonomía local. El caso de Podemos es especialmente lacerante porque no solo se ha reproducido la misma situación de noviembre del año pasado, sino que el ridículo ha sido mayor al cambiar de posición en tres ocasiones y al final despreciando la opinión de sus bases, cuando se define como un movimiento asambleario.

La debilidad del PSOEes evidente. Estaba dispuesto a firmar la coalición de izquierdas con muy pocas condiciones, pero ha debido doblegarse al criterio de Ferraz.

Incluso IU-EM, a pesar del pacto nacional con Podemos, en la Isla se desmarca, disgustado.

Més per Menorca, por su parte, renuncia a participar en una lista al Congreso con Podemos, por la forma de actuar de este partido, y al Senado acudirá en solitario.

Esta situación da más opciones al PP de mantener su escaño en el Senado el 26-J.