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La instrucción judicial de los casos Nerer y Citur, en los que se investigan presuntas corrupciones cometidas en el ayuntamiento de Ciutadella, acumulan un gran retraso y avanzan con enorme dificultad. Los recursos pendientes de respuesta, los cambios en la titularidad de los juzgados de Primera Instancia, sucesivos aplazamientos, y pruebas y documentos pendientes de valoración motivan esta injustificable demora.

Hay implicados en estas diligencias de naturaleza penal que llevan más de cinco años imputados y aún no se ha llegado al fondo; no existen conclusiones ni se ha determinado cuál sería el daño causado y las posibles penas a imponer. Todo ello sustentará la invocación de dilaciones indebidas para minimizar la acción de jueces y fiscales que, para ser eficaz, debe ser mucho más diligente.

Los ciudadanos observan con preocupación este retraso, así como que el Govern balear, a través de la Abogacía de la Comunidad Autónoma, haya retirado la acusación contra Jaume Matas en dos de los casos de presunta corrupción que se investigan. Es preciso dar explicaciones claras sobre los motivos de esta decisión política y agilizar el trabajo de la Justicia,