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Los análisis realizados en 25 muestras recogidas en Maó y Ciutadella para detectar la presencia de la xylella fastidiosa en Menorca han dado positivo en 16 casos. Esta bacteria, que es transmitida por los insectos, tiene una gran capacidad para dañar y destruir los viñedos y árboles como el olivo, el almendro, el ciruelo, el melocotón y el limonero. El Consell confirmó ayer lo que ya se intuía: que la plaga está ampliamente extendida en todo el territorio insular, gracias a su fácil propagación.

Desde el 19 de enero, cuando el Govern informó que se habían detectado cuatro positivos de xylella en Mallorca, y poco después confirmó que también se había hallado en Eivissa, la preocupación cundió entre los profesionales, empresas y explotaciones de Menorca que pueden verse afectadas, muy especialmente quienes se dedican a la elaboración de vino y a la producción de fruta.

El Govern se ha comprometido a actuar para eliminar los ejemplares afectados, que pueden ser centenares, dado que la plaga llevaría más de dos años en la Isla. No hay que caer en el alarmismo, sino que es el momento de informar sin ocultar datos, explicar la situación y actuar con eficacia.