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Un año después de aprobar la ecotasa son cada vez más fuertes los indicios de que el Govern incrementar el tributo que grava los alojamientos turísticos. Podemos advierte que es su principal condición para aprobar los presupuestos de 2018. PSIB-PSOE y Més no se pronuncian, sin descartar la opción del incremento.

La ecotasa ha sido sinónimo de batalla política. El primer Govern Antich la aprobó en la legislatura 1999-2003 y fue duramente cuestionada por el PP con el apoyo de los hoteleros y La Moncloa, donde gobernaba Aznar. Al recuperar el poder, Matas la abolió. Durante este mandato se ha alcanzado un acuerdo que ha hecho posible su aplicación. Una subida podría poner en peligro este consenso político y social, pero Balears necesita recursos por su mala financiación autonómica.

Antes de aumentar la ecotasa el Govern debe afrontar y ordenar el negocio del alquiler vacacional que, en muchos casos no paga impuestos. Es la primera cuestión a resolver.

También debe clarificar los criterios de reparto de los fondos recaudados con la ecotasa porque todas las peticiones de los ocho ayuntamientos de Menorca han sido rechazadas.