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La Autoritat Portuària de Balears presentó ayer las primeras cifras del estudio sobre el impacto del turismo de cruceros en el archipiélago, en cuya redacción han participado la UIB, la Cámara de Comercio y el Insstituto Balear de Estudios Sociales (IBES). En conjunto, los cruceros generan 5.773 puestos de trabajo directos y un negocio de 256 millones de euros para Balears de los que 6,6 millones corresponden al puerto de Maó.

La rada mahonesa es el destino en el que los cruceristas contratan más excursiones con un gasto medio diario de 71,9 euros, sólo superado por Eivissa con 80,7 euros, según el director del informe, Gonzalo Adán, responsable del IBES, que también dio la cifra de 77.080 euros a que asciende la aportación de cada buque que hace escala en Maó. El presidente de la APB, Joan Gual de Torrella, reclamó huir del análisis emocional para centrarse por su contribución al conjunto de la economía y la sociedad de las Islas. La inestabilidad política en algunos países ribereños del Mediterráneo ha incrementado las escalas.

Para mantener el atractivo de Menorca como destino es preciso garantizar una convivencia ordenada entre residentes y visitantes. Ambos saldrán ganando.