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Las declaraciones del ingeniero aeroespacial menorquín Borja Pons Torres sobre la realidad del duro invierno menorquín, en términos sociales y económicos, ponen sobre la mesa las mismas asignaturas que Menorca vuelve a suspender. El principal problema no son las aerolíneas, sino la falta de demanda. Experto en «Aeropuertos y transporte aéreo» Pons Torres afirma que en Menorca no sabemos generar una demanda que asegure unos trayectos de ida y vuelta a destinos clave.

Esta es la gran debilidad de Menorca, porque este año hemos pasado del verano en el que hemos contado con más conexiones aéreas al peor invierno en materia de conectividad, sin ninguna ruta con el extranjero y la conexión con extranjero, en manos del monopolio de Vueling. En verano ofrece numerosos atractivos, pero a partir de noviembre y hasta abril Menorca carece de oferta. No hay actividad, no vienen visitantes y tampoco hay vuelos.

El pacto entre la administración, las compañías y el sector que propone Borja Pons Torres constituye la fórmula para mejorar las conexiones aéreas en invierno y la economía menorquina en conjunto. Corresponde al Consell liderar esta iniciativa.