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La moción de censura del PSOE contra Mariano Rajoy ha propiciado un relevo de inusitada rapidez. Se abre una etapa de vértigo en la política española. Pedro Sánchez ha de formar un gobierno que aporte cierta estabilidad en un escenario de incertidumbres y de preguntas que demandan respuestas tras el áspero desalojo de Mariano Rajoy de La Moncloa.

Corresponde ahora gobernar al PSOE, pero Sánchez solo cuenta con 84 de los 350 escaños del Congreso. La acción de gobierno tampoco puede contentar al heterogéneo y dispar grupo de 180 diputados que apoyaron la moción de censura. El portavoz de ERC, Joan Tardà, ya ha advertido que el 'no' a Rajoy no es un 'sí' a Sánchez, quien debe legitimar en las urnas el poder alcanzado a través del instrumento de la censura. El compromiso son las elecciones. También debe adoptar decisiones el PP, hoy primer partido de la oposición. La presidenta del PP-Menorca, Misericordia Sugrañes, propugna una etapa de cambios. Cerrado el 'ciclo Rajoy' es el momento de afrontar la refundación del Partido Popular con otro líder, lo que implica no demorar la celebración del congreso extraordinario que reclama Sugrañes.