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El balance global de la temporada de este año, la Federació de PIME-Menorca concluye que el 61 por ciento de las 250 empresas encuestadas realiza una valoración negativa, con una disminución de la facturación «cuando las expectativas iniciales eran muy superiores a los resultados finalmente obtenidos por las pymes menorquinas turísticas». Solo un trece por ciento aumenta la facturación en relación al 2017, una temporada excepcional que en realidad fue «un espejismo con turistas cuyo destino originario no era Menorca, sino que países como Turquía, Egipto y Túnez estaban aún despertando». El factor precio sigue siendo hoy muy relevante para muchos visitantes.

PIME alude a las consecuencias negativas de «la prohibición de facto del alquiler turístico en Menorca con su zonificación» y denuncia las decisiones que «no favorecen en absoluto a que el destino Menorca se consolide en los mercados emisores». En este contexto es preciso reflexionar ante la «aversión hacia la actividad y el sector turístico» que denuncia PIME, así como que «la promoción turística debe ir ligada a los agentes económicos como conocedores inmediatos de las demandas». Más relación sector público-sector privado.