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El mismo día que Albert Rivera, presidente de Ciudadanos, fichó al expresidente del Govern y del PP balear, José Ramón Bauzá, como asesor en materias relacionadas, el presidente de esta formación en las Islas, Xavier Pericay, afirmó que «el futuro de Bauzá en Ciudadanos no tiene que ver con Balears». La extraña maniobra de Rivera perjudica las opciones de Ciudadanos en el archipiélago, concretamente de Pericay quien declaró que «Bauzá es el pasado y no cuento con él para Balears».

Este mensaje contradice a Albert Rivera, quien ha calificado de «político valiente» a un Bauzá que busca acomodo en otros partidos, consciente de que sus mensajes y trayectoria ya no tienen cabida hoy en el PP de Pablo Casado y Gabriel Company.

El expresidente acusó al PP de «haber sido en Balears el que ha sembrado y regado un nacionalismo que la izquierda no ha necesitado más que explotar». Como San Pablo cuando cayó del caballo, Bauzá descubre ahora que el PP balear es una formación nacionalista; igual que el exdiputado Antoni Camps, que se marcha a Vox al enterarse de que -dice- el PP es un partido abortista. La decisión de Rivera al fichar a Bauzá es tan arriesgada como incomprensible.