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Las permutas entre el edificio de can Saura Morell y un solar en Sa Platja Gran, aprobadas en 2006, hace trece años, durante el mandato del alcalde Llorenç Brondo, motivaron en 2016 la ‘operación Pomada’, con varias detenciones que obtuvieron una enorme resonancia mediática. Arrancaba la instrucción, en sede judicial, del caso Nerer. Tres años y tres meses después, y con siete cambios de juez por medio, ahora han quedado desimputados ocho de los 19 investigados en esta macrocausa por presunta corrupción.

Esta medida, aprobada por la jueza Belén Veláquez, no tiene carácter definitivo al haber sido recurrida ante la Audiencia Provincial tanto por la Fiscalía como por el Ayuntamiento de Ciutadella, lo que implicará nuevas demoras. No ha concluido, aún, la instrucción y no se puede fijar la apertura de juicio oral. La naturaleza garantista del Derecho Penal, el gran número de imputados -cada uno con su representación letrada- y los sucesivos recursos están demorando el pronunciamiento de la Justicia sobre este caso y el que ha investigado los contratos adjudicados por Ciutadella Turisme (Citur). Cabe exigir celeridad, eficacia y que se celebren los juicios orales sin nuevos retrasos.