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La memoria anual sobre el estado y funcionamiento de la Administración de Justicia en Balears, presentada por el presidente del Tribunal Superior de Justicia, Antoni Terrasa, denuncia la calamitosa situación de los Juzgados de Primera Instancia de Ciutadella. Afirma, textualmente, que «el edificio presenta obsolescencia generalizada en sus instalaciones y deficiencias arquitectónica que generan falta de funcionalidad por la falta de espacio».

El presidente del TSJB expone la «necesidad de acometer con urgencia una solución provisional para el Juzgado número dos, teniendo en cuenta que ocupa el espacio antiguamente destinado a vivienda en la tercera planta del edificio». Otra grave deficiencia consiste en las barreras arquitectónicas, que impiden la movilidad de los discapacitados y la personas mayores.

En conjunto, unas dependencias tercermundistas que provocan sonrojo. Las quejas del Tribunal Superior sobre el hacinamiento, la falta de seguridad y de medidas para trabajar en condiciones en los Juzgados de Ciutadella ser repiten desde hace años. Pero caen en saco roto. En lugar de tantas visitas y anuncios, los responsables del Ministerio de Justicia deben dar respuestas eficaces sin demoras.