El fracaso de la investidura de Pedro Sánchez deja en el aire la parte fiscal del Régimen Especial así como la nueva financiación autonómica. El Gobierno en funciones no ha aprobado sus propios Presupuestos Generales, lo que obliga al Ejecutivo socialista a seguir con unas cuentas del Estado prorrogadas, aprobadas por Rajoy en mayo de 2018.
Cuando la nueva consellera de Hacienda, Rosario Sánchez, inicia la elaboración de los presupuestos de la Comunidad Autónoma para el próximo año se ve obligada a efectuar ajustes porque Balears ha superado en 201 millones de euros el límite de gasto que fijó el Gobierno central. El déficit de las Islas se ha disparado al 1,27 por ciento, ya suma 417 millones de euros y es el más alto de España; y la deuda del Govern ha aumentado en 918 millones el primer trimestre y asciende 9.248 millones. En conjunto, un ‘agujero’ de 500 millones en los presupuestos autonómicos. La redacción, con el necesario equilibrio entre gastos e ingresos, de los presupuestos autonómicos del 2020 será un duro ejercicio de rigor y ajustes. El Govern del Pacte sabe que aún no habrá nueva financiación autonómica y desconoce cuál será la aportación del Estado. Muy difícil.
