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El cese del jefe de la Comandancia de la Guardia Civil de Madrid, Diego Pérez de los Cobos, por parte del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, –al que ha seguido la dimisión del número dos en solidaridad con su compañero– ha soliviantado a mandos y asociaciones del instituto armado. La decisión se enmarca en la redacción de un informe sobre la actuación del Ministerio de Sanidad antes del 14 de marzo, cuando se decretó el estado de alarma. El hecho de que Pérez de los Cobos no informase al ministro de las pesquisas, realizadas por encargo de la juez instructora, ha provocado un cese «por falta de confianza». Las investigaciones desvelan graves incoherencias por parte de responsables de Sanidad, entre ellos Fernando Simón, director del Centro de Alertas Sanitarias. Por la mala gestión de la crisis sanitaria ya está imputado por prevaricación administrativa el delegado del Gobierno en Madrid. El cese de Pérez de los Cobos intenta abrir un cortafuegos ante la investigación judicial. Ante esta coyuntura, el ministro del Interior destituye al jefe de la Guardia Civil en Madrid, lo que crea crispación en el cuerpo y provoca una crisis que tendrá consecuencias políticas.