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El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunció ayer que adelanta al próximo lunes la apertura de las fronteras en el espacio Schengen, excepto Portugal. Esta medida, que permitirá la libre llegada de turismo internacional a España, debía entrar en vigor el 1 de julio -cuando se incorporará Portugal-, pero se avanza diez días. A partir del 21 de junio desaparecerá la obligación de cuarentena para los viajeros procedentes de los estados firmantes del Tratado Schengen, que garantiza la posibilidad de viajar sin restricciones por el territorio de 26 países europeos en los que residen más de 400 millones de ciudadanos, sin controles fronterizos internos. Y a partir del 1 de julio se abrirán, de forma escalonada, las fronteras con terceros países ‘seguros’, incluidos en una relación que ha sido consensuada con los estados miembros de la UE. La reapertura de las fronteras al turismo a partir del 21 de junio motiva que la presidenta del Govern, Francina Armengol, afirme que no supone un contratiempo para el plan piloto de corredor seguro con Alemania que empieza a aplicarse hoy en Mallorca. Pero esta decisión del Gobierno central reduce la duración del proyecto en apenas una semana, y los vuelos previstos en solo seis -cinco en Mallorca y uno en Eivissa, quedando Menorca fuera del plan-, porque que los otros 41 trayectos estaban programados a partir del próximo domingo. Un extraordinario reto para las instituciones, los empresarios y la sociedad civil.